Invitación de nuestro Señor…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
ÉL NOS ENTIENDE PERFECTAMENTE
HEBREOS 4:14-15 “Por
lo tanto, ya que en Jesús, el Hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que
ha atravesado los cielos, aferrémonos a la fe que profesamos. Porque no tenemos
un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que
ha sido *tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado”.
A Luisito, un niño de 7 años de edad, le tuvieron que amputar un brazo
y para él no fue fácil ajustarse a la pérdida. Cuando regresó a la escuela, su
maestra quiso que sus compañeros de clase entendieran lo difícil que eran para
Luisito las actividades normales de la vida. Así que una mañana dijo a sus
estudiantes que dejaran el brazo derecho detrás de la espalda.
Eso significaba que tenían que hacerlo todo con la mano izquierda.
Cosas sin importancia como dar la vuelta a las páginas de un libro, pero escribir
con nitidez e impedir que el papel se rodara se hicieron difíciles. Era preciso
hacer un esfuerzo mayor para abotonar la ropa, y amarrarse los cordones de los
zapatos era imposible.
Los compañeros de clase de Luisito descubrieron que la única forma en
que podían entender realmente su problema era experimentando por sí mismos las
dificultades por las que él tenía que pasar.
En su condición de hombre, Jesús se enfrentó a tentaciones como
cualquiera de nosotros, pero no cometió pecado. Él sufrió ataques de todo tipo,
fue calumniado, acusado injustamente, atormentado, torturado, vejado, humillado
y finalmente padeció la horrible muerte de la crucifixión.
Pero tres días después se levantó de los muertos mostrando al mundo la
victoria sobre Satanás y todos sus demonios. Después DIOS lo exaltó hasta lo
sumo Por éso hoy puede decirnos con toda autoridad lo mismo que dijo a sus
discípulos: "En
el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo."
(Juan 16:33).
Por eso Jesús nos entiende, porque sufrió las mismas cosas que nos
afectan a nosotros, y mucho más. Cuando ÉL nos dice "Venid a mí todos los que estáis
trabajados y cargados" (Mateo 11:28), nos asegura que encontraremos “descanso para
nuestras almas”, no sólo porque ÉL tiene el poder para darnos ese descanso,
sino también porque entiende perfectamente por experiencia propia, lo que cada
uno de nosotros necesita de acuerdo a las circunstancias en las que nos
encontremos.
Acepta esta invitación del Señor, acércate a ÉL humildemente, busca Su
rostro diariamente en oración, lee Su palabra, medita en élla y pratícala. Ten
la seguridad que recibirás el descanso físico, emocional y espiritual que tanto
necesitas.
ORACIÓN: Mi bendito Señor
y DIOS, te doy gracias porque en momentos de prueba o de tentación puedo
llegarme a Tu trono de gracia con la seguridad de que Tú conoces perfectamente
mi necesidad en ese momento y con Tu amor y Tu poder puedes suplirla de manera
perfecta. En el nombre de Jesús, Amén.
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