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meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
UN PEQUEÑO
ROBO
JUAN 1:9 “Si
confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados
y limpiarnos de toda maldad”.
Jana tenía sólo 12 años cuando decidió
que necesitaba un poco más de emoción en su vida. Como no tenía dinero para ir
a esquiar, empezó a robar en las tiendas.
Jana sabía que aquello era malo, pero
cada vez que se metía una barra de dulce en el bolsillo del abrigo, sentía un
flujo de adrenalina adictivo. Entonces sucedió.
Mientras élla y su hermana compraban con
su papá en una tienda por departamentos, a Jana la atraparon tratando de
robarse un disco compacto. Puesto que sus padres estaban divorciados, la mamá
de Jana no lo supo, y su papá consintió en no decir nada, si Jana prometía que
nunca más iba a robar otra vez.
Pero Kara, la hermana de Jana, usó la
oportunidad para sobornarla. Cada vez que élla y Jana tenían algún desacuerdo,
o si Jana tenía algo que Kara quería, ésta la amenazaba diciendo: «Le voy a
decir a mamá que robaste.»
¡Esto se prolongó durante 5 años!
Entonces un día, cuando Kara usó la misma amenaza, Jana la miró directo a los
ojos, sonrió, y dijo: «Mamá ya lo sabe…. y algo mas, no te voy a prestar el
auto.»
Habían pasado cinco años de su error de
juventud, que Jana finalmente supo la libertad que se siente cuando uno
confiesa y limpia su conciencia. Le contó a su mamá todo lo que pasó en la
tienda, y todo lo que robó antes de éso. Su mamá sintió tristeza pero no se
enojó tanto como Jana esperaba.
La Palabra de DIOS tiene mucho que decir
acerca de una conciencia culpable. El libro de Proverbios dice: «El que oculta sus
pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta de éllos alcanzará
misericordia» (Prov. 28:13). El mismo capítulo
dice que una conciencia sucia nos pone nerviosos y a la defensiva. «Huye el malvado
sin que nadie lo persiga, pero el justo está confiado como un león»(Prov. 28:1). Lo que Jana pensó que era «un robo sin importancia» cuando tenía 12
años, le robó 5 años de paz.
Pero muchos de nosotros somos así con DIOS.
Percibimos que lo hemos defraudado con nuestro pecado, pero seguimos fingiendo
que todo está bien. Y nuestra conciencia, como la de Kara, la hermana de Jana,
se niega a dejarnos tranquilos.
Ser honestos con DIOS da una libertad
increíble. Gracias a su Hijo Jesucristo podemos encontrar el verdadero perdón, y
DIOS nos promete que si confesamos nuestros pecados, Él nos los perdonará. De
esta manera regresaremos a la íntima relación con el DIOS que nos ama.
ORACIÓN: Padre Celestial. Sé que te he desobedecido y he pecado. Hoy
me acerco para confesarte mis errores que no me dejan tranquilo. Perdóname
Señor y dame la paz que sólo Tú me puedes dar. En el nombre de Cristo, amén.
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