viernes, 12 de septiembre de 2014

SOBORNO

Toda parcialidad es injusticia.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria   
SOBORNO
by Nuestro Pan Diario
ÉXODO 23:8 “No aceptes soborno, porque nubla la vista y tuerce las sentencias justas”
Mientras viajábamos por otro país, mi esposo notó que los caminos asfaltados tenían profundas grietas. Cuando preguntó el por qué, nuestro chofer explicó que eran por los neumáticos de camiones que transportaban más peso del permitido. Cuando los policías los detenían, los conductores los sobornaban para evitar multas. Los camioneros y los policías se beneficiaban económicamente, pero los demás conductores y los que pagaban los impuestos tenían que soportar cargas financieras injustas más los inconvenientes de las carreteras deterioradas.
No todos los sobornos son manifiestos; algunos son más sutiles. Tampoco son todos financieros. La adulación es una clase de soborno cuya moneda corriente son las palabras.
Tratar con favoritismo a ciertas personas porque hablaron bien de nosotros es como aceptar un soborno. Para DIOS, toda parcialidad es injusticia. El Señor estableció que la justicia fuera incluso una condición para permanecer en la tierra prometida. Los israelitas no debían pervertir la justicia ni ser parciales. 
El soborno priva a otros de dicha justicia, lo cual es una ofensa al carácter de DIOS, ya que ÉL es «DIOS de dioses y Señor de señores, DIOS grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho» (Deuteronomio 10:17). Felizmente, el Señor nos trata a todos por igual, y quiere también que nosotros nos tratemos del mismo modo. El soborno muestra parcialidad; el amor, justicia.
“Tú y yo somos iguales ante DIOS; yo también fui formado del barro” (Job 33:6)
ORACIÓN: Gracias Señor por amarme sin condición, y por enseñarme a hacer lo mismo con mi prójimo. Yo anhelo agradarte y glorificar tu nombre obedeciendo y aplicando Tu palabra a mi vida, pero confieso que muchas veces me resulta imposible hacerlo. No es fácil amar a quienes no se expresan bien de mí; en esos momentos, equípame para amarlos con Tu amor y tratarlos con respeto. No permitas que la parcialidad sea parte de mi vida, sino ayúdame a que el amor y tu justicia prevalezcan sobre todo egoísmo e injusticia. En el nombre de Jesús, mi Salvador. Amén.

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