¿Qué es lo más sabio que puedo hacer?
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
EL POR QUÉ DE LA REBELDÍA
Salmos
107:16-21 (DHH)
16 ¡Él hizo pedazos puertas de bronce!
¡Él hizo pedazos barras de hierro!
17 Enfermos y afligidos por sus propias maldades y pecados, 18 no soportaban ningún alimento;
¡ya estaban a las puertas de la muerte!
19 Pero en su angustia clamaron al Señor,
y él los salvó de la aflicción;
20 envió su palabra, y los sanó; ¡los libró del sepulcro!
21 Den gracias al Señor por su amor,
¡por lo que hace en favor de los
hombres!
Los
seguidores de Cristo podemos ser atrapados por la trampa de tratar de
justificar nuestras transgresiones. Pero si renunciamos a todas las excusas que
podamos inventar, todo puede reducirse a cuatro causas por las que nos
rebelamos:
·
Me niego a hacer lo que DIOS manda.
Existen maneras
obvias de violar las leyes de DIOS, como cometer un asesinato. Pero, más
comúnmente, métodos sutiles y ocultos de desobediencia se convierten en
obstáculos en nuestro camino. Entre estos métodos están: albergar resentimiento
o darle la espalda a las personas necesitadas.
·
Busco lo que está prohibido.
El Señor ha
declarado prohibidas ciertas cosas (Romanos 1:28-32; Gálatas 5:9-21). ÉL no desea
arruinar nuestro placer, pero sabe que algunas acciones pueden tener
consecuencias devastadoras.
·
Busco lo que DIOS permite, pero de una
manera prohibida.
En la vida
cristiana disfrutamos de mucha libertad. Podemos tener dinero, éxito y
relaciones afectivas. Pero los creyentes no tienen la libertad de lograr esas
cosas mediante el robo, el engaño, la injusticia o cosas parecidas.
·
Busco lo que DIOS permite, pero en el
momento que yo decido.
La impaciencia
es, a menudo, la causa por la que las personas terminan endeudadas o enredadas
en relaciones negativas. Deciden buscar algo antes de tener la clara guía del
Señor.
Cada vez que tu enfrentas una
decisión, hazte esta pregunta: ¿Qué es lo más sabio que puedo hacer? Después de
ésto, pídele al Señor dirección, y espera hasta que ÉL te responda. Si estás
haciendo la voluntad de DIOS, nunca tendrás que inventar excusas.
ORACIÓN: Perdóname Señor, porque muchas veces
quiero hacer mi voluntad y no la Tuya. Ayúdame a seguir Tu consejo y dirección,
espero en Tí Señor. Haré Tu voluntad y no la mía. En el nombre de Cristo, amén.
Salmos 107:16-21 (DHH)
16 ¡Él hizo
pedazos puertas de bronce! ¡Él hizo pedazos barras de hierro!
17 Enfermos
y afligidos por sus propias maldades y pecados, 18 no soportaban ningún
alimento; ¡ya estaban a las puertas de la muerte! 19 Pero en
su angustia clamaron al Señor, y él los salvó de la aflicción; 20 envió su
palabra, y los sanó; ¡los libró del sepulcro!
21 Den
gracias al Señor por su amor, ¡por lo que hace en favor de los hombres!
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