Su Presencia es la única solución verdadera.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA PRESENCIA FORTALECEDORA DE DIOS
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SALMOS 42:1-2a “Como el
ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, Dios, el alma
mía.
2Mi alma
tiene sed de Dios, del Dios vivo.”
La
mujer abre la puerta y entra a la casa vacía. Deja caer la cartera y las bolsas
de comida en el sofá, y luego pone un CD en el reproductor, inundando de música
la casa. ¿Te has preguntado alguna vez qué impulsa a la gente a romper el
silencio de una casa tranquila? Las imágenes y sonidos de la TV y la música de los
CD llenan temporalmente nuestra necesidad de sentir que no estamos solos.
DIOS
desea tener una relación cercana con cada persona, y por éso nos creó con el
anhelo de Su presencia. Pero, aunque solo ÉL puede llenar ese vacío, la gente
trata de satisfacer su deseo de compañía con toda clase de relaciones y
actividades. Pero llenar ese lugar con algo diferente a DIOS es sólo una
solución a corto plazo.
La
Biblia nos insta a dejar de buscar nuestra satisfacción en las cosas que ofrece
el mundo y a reconocer nuestra necesidad de buscar a Cristo. Sin embargo,
hacemos lo contrario: buscamos sustitutos a la presencia de DIOS. Los amigos,
los pasatiempos y las diversas actividades dan un entretenimiento momentáneo,
consumiendo el tiempo que debiéramos invertir en recogimiento delante del
Señor. Con mucha frecuencia, cuando el placer de algo bueno desaparece,
buscamos una nueva actividad o persona para llenar el vacío.
Nada,
aparte del Señor, puede llenar debidamente el lugar que DIOS se ha reservado
para ÉL. El ruido y el movimiento sólo satisfarán por breve tiempo. La
fortalecedora presencia del Señor es la única solución verdadera. Para los
creyentes, el Espíritu Santo está presente en éllos. Lo que debemos hacer,
entonces, es estar quietos para que se manifieste a nosotros.
ORACIÓN. Padre Celestial quiero que estés a mi
lado pero te ignoro cuando busco llenar mis tiempos vacíos con entretenimientos
y amigos. Perdóname Señor, ayúdame para que Tú seas a quien debo buscar y andar
contigo permanentemente. En el nombre de Cristo, amén.
Salmos 42
1 Como el ciervo brama por las corrientes de las
aguas, así clama por ti, Dios, el alma mía. 2Mi alma tiene sed de
Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios? 3 Fueron
mis lágrimas mi pan
de día y de noche, mientras me dicen todos los días: «¿Dónde está tu Dios?»
de día y de noche, mientras me dicen todos los días: «¿Dónde está tu Dios?»
4 Me acuerdo de estas cosas y
derramo mi alma dentro de mí, de cómo yo iba con la multitud y la conducía
hasta la casa de Dios, entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en
fiesta.
5 ¿Por
qué te abates, alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún
he de alabarlo, ¡salvación mía y Dios mío!
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