Mi comportamiento
frente a DIOS.
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meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
NUESTRAS
PERSPECTIVAS EN LA ORACIÓN
SALMOS 95:6-8
“Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová, nuestro
hacedor, porque él es nuestro DIOS; nosotros, el pueblo de su prado y ovejas de
su mano. Si oís hoy su voz, “No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba,
como en el día de Masah en el desierto,“
¿Por qué razón dos creyentes pueden
orar por un mismo asunto y tener luego diferentes respuestas y actitudes?
Ésto tiene que ver con sus
perspectivas. Cada uno de nosotros viene al Señor con experiencias de vida y
con expectativas diferentes. Si queremos escuchar Su voz claramente, tenemos
primero que ocuparnos de las cosas que afectan la manera cómo lo hacemos:
Nuestra relación con DIOS.
El Padre Celestial habla de maneras diferentes a los cristianos. Y
aunque ni DIOS ni los principios fundamentales de la fe cambian jamás, el Señor
ajusta Su respuesta a cada creyente considerando su madurez espiritual y Su
situación especial. Por éso, dos personas pueden escuchar cosas distintas, pues
están en puntos diferentes en su peregrinación de fe.
Nuestra
comprensión de quién es Él. La manera cómo vemos
al Señor cambia la manera cómo lo escuchamos. Por ejemplo, si tú ves a DIOS como
un Padre tierno, escucharás Su voz de aliento y aceptarás Su amorosa
disciplina. Pero si lo ves como un Padre duro y exigente, sentirás como si
fuera imposible vivir a la altura de las expectativas de ÉL.
Nuestra actitud hacia DIOS. Si venimos al Señor de manera orgullosa y rebelde, naturalmente no nos
sentiremos inclinados a escuchar Su voz de autoridad. Pero si venimos con una
actitud sumisa, probablemente escucharemos y recibiremos con gozo Su Palabra.
DIOS sigue hablando en el
mundo hoy. Detente y piensa qué hay en tu vida que pudiera estar bloqueando el
mensaje de ÉL para tí. ¿Qué está afectando tu capacidad o disposición para
escuchar? Pon éso delante del Señor hoy, y pídele que derribe todas las
barreras.
OREMOS: Padre Celestial, perdóname por mi
actitud frente a Ti y ayúdame a eliminarla con Tu amor. Cuando oro quiero
escuchar Tu voz. Ayúdame Señor. En el nombre de Cristo, amén.
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