sábado, 9 de septiembre de 2017

ADORACIÓN INVALORABLE

Las ofrendas motivadas por amor a DIOS siempre expresan adoración.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
ADORACIÓN INVALORABLE
Nuestro Pan Diario
**Leer: Marcos 12:38-44
MARCOS 12:44 “...ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento (v. 44).
Adoro y sirvo al Señor escribiendo; más aún ahora, cuando los problemas de salud reducen mi movilidad. Por éso, cuando un conocido dijo que lo que yo escribía no servía, me desanimé y dudé del valor de mis pequeñas ofrendas a Dios.
Con la oración, el estudio de las Escrituras y el estímulo de mi esposo, familiares y amigos, el Señor me confirmó que solo ÉL, no las opiniones de otras personas, puede determinar la motivación y el valor de nuestras ofrendas.
Jesús contradijo nuestros estándares respecto al mérito en las ofrendas (Marcos 12:41-44). Mientras los ricos arrojaban grandes sumas de dinero en el tesoro del templo, una viuda pobre puso unas monedas de poco valor (v. 42). El Señor declaró que esa ofrenda era mayor que la del resto (v. 43), aunque su contribución les pareció insignificante a quienes la rodeaban (v. 44).
Aunque la historia de la viuda se centra en las ofrendas monetarias, toda acción de dar puede ser una expresión de adoración y obediencia con amor. Como la viuda, honramos a DIOS con ofrendas intencionales, generosas y sacrificiales de aquellas cosas que ÉL mismo nos dio. Presentarle de corazón lo mejor de nuestro tiempo, talentos o tesoros es una ofrenda de adoración invalorable. — Xochitl Dixon
OREMOS: Señor, gracias por poder devolverte como adoración lo que Tú nos diste primero. Todo es Tuyo, nada es nuestro.
A Ti te debemos todo y debemos administrarlo bien.
Ayúdanos Señor. En el nombre de Cristo, amén.
**Leer: Marcos 12:38-44 (RVR1995)
Jesús acusa a los escribas
38 Les decía en su enseñanza:
«Guardaos de los escribas, que gustan de andar con largas ropas, y aman las salutaciones en las plazas, 39 las primeras sillas en las sinagogas y los primeros asientos en las cenas, 40 que devoran las casas de las viudas y, para disimularlo, hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor condenación.»
La ofrenda de la viuda
41 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. 42 Y vino una viuda pobre y echó dos blancas, o sea, un cuadrante.43 Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo:

—De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca, 44 porque todos han echado de lo que les sobra, pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.

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