Las ofrendas
motivadas por amor a DIOS siempre expresan adoración.
Comparte esta
meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
ADORACIÓN
INVALORABLE
Nuestro Pan
Diario
MARCOS 12:44
“...ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento (v. 44).
Adoro y sirvo al Señor escribiendo; más aún ahora,
cuando los problemas de salud reducen mi movilidad. Por éso, cuando un conocido
dijo que lo que yo escribía no servía, me desanimé y dudé del valor de mis
pequeñas ofrendas a Dios.
Con la oración, el estudio de las Escrituras y el
estímulo de mi esposo, familiares y amigos, el Señor me confirmó que solo ÉL,
no las opiniones de otras personas, puede determinar la motivación y el
valor de nuestras ofrendas.
Jesús contradijo nuestros estándares respecto
al mérito en las ofrendas (Marcos 12:41-44). Mientras los ricos arrojaban
grandes sumas de dinero en el tesoro del templo, una viuda pobre puso unas
monedas de poco valor (v. 42). El Señor declaró que esa ofrenda era mayor que
la del resto (v. 43), aunque su contribución les pareció insignificante a
quienes la rodeaban (v. 44).
Aunque la historia de la viuda se centra en las
ofrendas monetarias, toda acción de dar puede ser una expresión de adoración y
obediencia con amor. Como la viuda, honramos a DIOS con ofrendas intencionales,
generosas y sacrificiales de aquellas cosas que ÉL mismo nos dio. Presentarle
de corazón lo mejor de nuestro tiempo, talentos o tesoros es una ofrenda de
adoración invalorable. — Xochitl Dixon
OREMOS: Señor, gracias por poder devolverte
como adoración lo que Tú nos diste primero. Todo es Tuyo, nada es nuestro.
A Ti te debemos todo y debemos administrarlo
bien.
Ayúdanos Señor. En el nombre de Cristo,
amén.
Jesús acusa a los escribas
38 Les decía en
su enseñanza:
«Guardaos de
los escribas, que gustan de andar con largas ropas, y aman las salutaciones en
las plazas, 39 las primeras
sillas en las sinagogas y los primeros asientos en las cenas, 40 que devoran las casas de las
viudas y, para disimularlo, hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor
condenación.»
La
ofrenda de la viuda
41 Estando Jesús sentado
delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca;
y muchos ricos echaban mucho. 42 Y vino una
viuda pobre y echó dos blancas, o sea, un cuadrante.43 Entonces, llamando a sus
discípulos, les dijo:
—De cierto os
digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca, 44 porque todos han echado de
lo que les sobra, pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su
sustento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario