Cuando Satanás nos zarandea, tiene como objetivo causar
daño a nuestra fe.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA ESTRATEGIA
DE SATANÁS
Misiones En Contacto
LUCAS 22:31-34 “31 Dijo también el Señor: —Simón, Simón, Satanás os ha
pedido para zarandearos como a trigo; 32 pero
yo he rogado por ti, para que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a
tus hermanos.
33 Él le dijo: —Señor, estoy dispuesto a ir contigo no sólo
a la cárcel, sino también a la muerte.
34 Y
él le dijo: —Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues
tres veces que me conoces.“
Todos transitamos por el valle del fracaso.
La pregunta es: ¿Cómo responderemos? Muchas
personas se rinden y cambian una vida de servicio en el reino de DIOS por una
vida de derrota. Pero el fracaso no tiene por qué ser el final. Es una
oportunidad de comenzar una nueva vida en el poder de Cristo.
A Pedro le cambió la vida un fracaso. Jesús
le advirtió que Satanás le había pedido permiso para “zarandear” al discípulo como al trigo (Lucas 22:31); “para separar el grano de la paja hay que sacudirlo fuerte.” El
enemigo quería sacudir la fe de Pedro con la esperanza de que se desprendiera
de Jesús, como la paja.
Pedro creía fervientemente la promesa que
había hecho a Jesús. “Aunque todos te abandonen, yo no”
(Marcos 14:29 NVI).
Pero Satanás sabe unas
cuantas cosas sobre el poder del temor. Es más, sabía que el discípulo quedaría
herido por su deslealtad. Un hombre con su orgullo destrozado no puede evitar
dudar de su utilidad.
Cuando
Satanás nos zarandea, tiene como objetivo causar daño a nuestra fe para
volvernos inútiles para el Señor. Quiere que nos aislemos de la acción en favor
del reino de DIOS. Por tanto, ataca nuestros puntos fuertes, las áreas donde
nos creemos invencibles, o al menos muy bien protegidos. Y cuando el diablo
tiene éxito, nos sentimos decepcionados y desmoralizados. Pero no tenemos que
quedarnos así.
Pedro renunció a su orgullo y se vistió con
el poder del Espíritu Santo. A partir de entonces, se arriesgó a la
humillación, a la persecución y a la muerte por proclamar el evangelio. El
fracaso fue el catalizador que dio lugar a una fe más grande y a un verdadero y
humilde servicio.
OREMOS: Padre Celestial. Me acerco a Ti para
pedir Tu ayuda. El maligno nos tienta de
muchas formas y diariamente. Señor, si caigo en la tentación y peco, que tu
Espíritu Santo me ayude a arrepentirme y que te pida perdón. No me dejes caer
en la tentación y líbrame del maligno. Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús,
amén.
Lucas 22:31-34 “31 Dijo también el Señor: —Simón, Simón, Satanás os
ha pedido para zarandearos como a trigo; 32 pero yo he rogado por ti, para que tu fe no falte;
y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.
33 Él le dijo: —Señor, estoy dispuesto a ir contigo
no sólo a la cárcel, sino también a la muerte.
34 Y él le dijo: —Pedro, te digo que el gallo no
cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.“
Pedro niega a Jesús
54 Lo prendieron, lo llevaron y
lo condujeron a casa del Sumo sacerdote. Y Pedro lo seguía de lejos. 55 Encendieron fuego en medio
del patio y se sentaron alrededor; también Pedro se sentó entre ellos. 56 Pero una criada, al verlo
sentado al fuego, se fijó en él y dijo: —También éste estaba con él.
57 Pero él lo negó, diciendo: —Mujer,
no lo conozco.
58 Un poco después, viéndolo
otro, dijo: —Tú también eres de ellos.
Y Pedro dijo: —Hombre,
no lo soy.
59 Como una hora después, otro
afirmó, diciendo: —Verdaderamente también éste estaba con él, porque es
galileo.
60 Y Pedro dijo: —Hombre, no sé
lo que dices.
Y en seguida,
mientras él todavía hablaba, el gallo cantó. 61 Entonces, vuelto el Señor,
miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho:
«Antes que el gallo cante, me negarás tres veces.»62 Y Pedro, saliendo fuera,
lloró amargamente.
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