miércoles, 21 de febrero de 2018

DONDE SE GANAN LAS BATALLAS

Las batallas de la vida se ganan o pierden en el lugar de oración.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
DONDE SE GANAN LAS BATALLAS
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ÉXODO 17:8-13

Guerra contra los amalecitas

“Los amalecitas se dirigieron a Refidim para pelear contra los israelitas.  Entonces Moisés le dijo a Josué: —Escoge algunos hombres y sal a pelear contra los amalecitas. Yo estaré mañana en lo alto del monte, con el bastón de Dios en la mano.
Josué hizo lo que Moisés le ordenó, y salió a pelear contra los amalecitas. Mientras tanto, Moisés, Aarón y Hur subieron a lo alto del monte. Cuando Moisés levantaba su brazo, los israelitas dominaban en la batalla; pero cuando lo bajaba, dominaban los amalecitas. Pero como a Moisés se le cansaban los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo, para que se sentara en ella. Luego Aarón y Hur le sostuvieron los brazos, uno de un lado y el otro del otro. De esta manera los brazos de Moisés se mantuvieron firmes hasta que el sol se puso, y Josué derrotó al ejército amalecita a filo de espada.
En la lectura de hoy, encontramos a la nación de Israel activa en combate con los amalecitas. Mientras Josué dirigía las tropas, Moisés subió a una colina desde donde divisaba el campo de batalla y, en actitud de oración, observaba la lucha. Los israelitas prevalecían mientras Moisés tenía levantados los brazos, pero cada vez que los bajaba dominaba el enemigo. Entonces Aarón y Hur lo ayudaban a mantener la postura que aseguraba la victoria.
Este relato histórico enseña una importante lección a todo creyente: las batallas de la vida se ganan o pierden en el lugar de oración.
Podemos pensar que los conflictos se deciden en el campo de batalla, pero la victoria depende de que los hijos de DIOS vengan ante Su PADRE y busquen Su rostro. No es el tamaño de nuestro ejército o la potencia de las fuerzas de nuestros adversarios lo que determina el resultado final. Cuando pasamos tiempo a solas con DIOS, somos equipados por AQUEL que sabe desde el principio cómo será el final, y que comprende la realidad de todas las circunstancias, sin tener en cuenta las apariencias.
DIOS prevé cada trampa y tentación de Satanás, así como discierne lo que la gente está pensando y tramando. Por tanto, es sensato confiar en Su plan de batalla en vez de nuestros instintos, confiando en que no seremos derrotados.
La fe le permitirá mantener tu mirada enfocada en el SEÑOR, aún en medio de circunstancias atemorizantes. Cuando lo reconozcas a ÉL como la Fuente de todo lo que necesita, tu sentido de orientación se aclarará. No importa qué enemigo estés enfrentando, DIOS te indicará lo que necesitas hacer para obtener la victoria.
OREMOS: Padre Celestial. Gracias porque en nuestros problemas y pruebas Tú siempre estás a nuestro lado y escuchas nuestro clamor que los vas resolviendo de acuerdo a Tu voluntad. Ayúdame Señor para que siempre esté en Tus caminos y todo lo que haga sea de Tu agrado. Gracias Señor. En el nombre de Cristo, amén.

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