Aunque las olas vengan en mi
contra, en DIOS siempre estaré seguro.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
EL VIENTO Y LAS OLAS
Renuevo de Plenitud
SALMO 23:4 “Aunque ande en valle
de sombra de muerte,
no tendré mal alguno, porque tú
estarás conmigo;
tu vara y tu cayado me infundirán
aliento,”
Un niño se hizo un barquito
de madera y salió a probarlo en el lago, pero sin darse cuenta, el barquito
impulsado por un ligero viento fue más allá de su alcance.
Apenado corrió a pedir ayuda
a un muchacho mayor, que se hallaba cerca, que le ayudara en su apuro.
Sin decir nada el muchacho
empezó a levantar piedras y echarlas, al parecer en contra del barquito; el
pequeño pensó que nunca tendría su bote otra vez y que el muchacho grandote se
estaba burlando de él; hasta que se dio cuenta que en vez de tocar el bote cada
piedra iba un poco más allá de este y originaba una pequeña ola que hacia
retroceder el barco hasta la orilla.
Cada piedra estaba calculada
y por último el juguete fue traído al alcance del niño pequeño, que quedó
contento y agradecido con la posesión de su pequeño tesoro.
A veces ocurren cosas en nuestra vida que parecen desagradables, sin
sentido ni plan y hasta nos parece que más nos hunde; pero si esperamos y
tenemos confianza en DIOS, nos daremos cuenta de que cada prueba, cada
tribulación, es como una piedra arrojada sobre las quietas aguas de nuestra
vida, que nos trae más cerca de nuestro objetivo.
Salmos 28:7. “El Señor es mi poderoso protector; en
él confié plenamente, y él me ayudó. Mi corazón está alegre; cantaré y daré
gracias al Señor.”
Salmos 3:3 “Pero tú, Señor, eres mi escudo protector, eres mi gloria, eres quien
me reanima.”
Salmos 13:5 “Yo confío en tu amor; mi corazón se
alegra porque tú me salvas.”
Salmos 16:9 “Por eso, dentro de mí, mi corazón está lleno de alegría. Todo mi ser
vivirá confiadamente,“
Salmos 18:2 “El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; mi DIOS, mi roca en
quien me refugio; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura
inexpugnable.”
Salmos 26:1 “Hazme justicia, oh SEÑOR, porque yo en mi integridad he andado, y en
el SEÑOR he confiado sin titubear.”
OREMOS: Gracias Padre por las
grandes bendiciones que recibimos a través de Tu Palabra. Que Tu Espíritu me
ayude a leerla, comprenderla y meditarla para luego ponerla en práctica con mis
amigos y seres queridos.
En el nombre de Cristo, amén.
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