martes, 8 de abril de 2014

ECLIPSE ESPIRITUAL

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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria  
ECLIPSE ESPIRITUAL
1a JUAN 1:5-7 Éste es el mensaje que Jesucristo nos enseñó y que les anunciamos a ustedes: que Dios es luz y que en él no hay ninguna oscuridad. Si decimos que estamos unidos a él, y al mismo tiempo vivimos en la oscuridad, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces hay unión entre nosotros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado.
Cuando todo va bien en nuestra vida, en casa y en el trabajo, la billetera llena y un buen el saldo bancario, necesitamos tener cuidado para que esta llenura nos lleve a olvidarnos del Señor y sufrir un eclipse espiritual.
Con mucha facilidad la influencia que el mundo ejerce, se coloca entre nosotros y nuestro DIOS. Sucede cuando experimentamos una gran prosperidad y nuestro corazón se llena de tranquilidad y no enfrentamos dudas, ni miedo o tentaciones y la paz parece reinar plenamente en nuestros días, pero es cuando estamos más expuestos a olvidarnos del Señor y a la acción del mal el cual se interpone entre DIOS y nosotros, trayendo la oscuridad y la pérdida de la felicidad.
Cuando nos acercamos al altar de DIOS y buscamos Su dirección para todo lo que hacemos, recibiremos Su luz y nuestra vida glorificará Su nombre. Cuando nos distraemos con las cosas del mundo y éstas toman prioridad en nuestras vidas, perdemos el contacto diario con nuestro Señor y Salvador y corremos el riesgo de alejarnos de Su presencia y tener cosas extrañas entre nosotros y Él.
Estar llenos de vanidad y orgullo nos exponemos a un peligro muy grande para nuestras vidas espirituales; ofrecemos la oportunidad para el mal y podemos ser eclipsados, y cuando ésto acontece, perdemos el poder disfrutar del gozo y las bendiciones del Señor que nos alumbran y nos hacen alumbrar el mundo.
Si queremos vivir a satisfacción plena, que sea de amor y fe, de esperanza y misericordia. Si hemos de ser cubiertos, que sea de la gloria resplandeciente de nuestro Señor Jesucristo.

ORACIÓN: Gracias Padre Celestial por el nuevo día que me das, por todas las bendiciones recibidas hasta este momento. Perdóname por mis pecados y ayúdame Señor en mis momentos de bonanza y buena salud, a no apartarme de Ti y olvidarme que Tú nos provees todo y que nosotros sólo somos administradores de lo que Tú nos das. Gracias por las muestras de Tu amor. En el nombre de Cristo, amén.

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