Busca al Señor…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¿ESTÁS CARGANDO MUCHO
PESO?
HEBREOS 12:1-2ª “Por tanto, nosotros
también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos
de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera
que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la
fe...”
En la novela de
Julio Verne “La isla misteriosa”, se habla sobre cinco hombres que se escaparon
de un campo de prisioneros de una Guerra Civil mediante un globo que lograron
robarse. Al elevarse en el aire se dan cuenta que el viento los lleva hacia el
océano. Mientras observan como la tierra firme desaparece en el horizonte, se
preguntan cuánto tiempo logrará permanecer el globo en el aire. A medida que
pasan las horas, el globo comienza a descender aproximándose a la superficie
del mar. Los hombres deciden que deben arrojar algo del peso a bordo porque no
tienen forma de calentar el aire del globo. Con mucho pesar arrojan zapatos,
abrigos y armas, y con cierto alivio sienten que el globo se eleva.
Sin embargo, al
poco tiempo descubren que el globo se acerca una vez más de forma peligrosa a
las crestas de las olas, así que deciden lanzar al mar los alimentos, y el
globo se eleva de nuevo. Lamentablemente ésto también fue sólo una solución
temporal y la nave comienza a descender nuevamente. Uno de éllos tiene una
idea: pueden atar las cuerdas que sostienen la canasta que quedaba debajo de ellos
y sentarse en éllas. Después echaron al mar la canasta. Al hacerlo, notaron
como el globo se elevó otra vez. A los pocos minutos divisaron tierra. Los
cinco saltaron al agua y nadaron hasta la isla. Estaban vivos debido a que
fueron capaces de discernir la diferencia entre lo que era necesario de verdad
y lo que no lo era. Las cosas “necesarias” que antes pensaban que no podrían
vivir sin ellas eran las mismas cargas que casi les cuesta la vida.
Así nos sucede
muchas veces en nuestra vida espiritual. Hay “cargas” que nos impiden crecer;
“pesos” que resultan un obstáculo para que nos concentremos en seguir a Cristo
y tratar de imitarlo y servirle. El pasaje de hoy nos enseña que tenemos que
despojarnos de ese peso al igual que del pecado.
¿Y cuál es ese
peso? Ese peso es todo aquello que nos impide pasar tiempo de oración, o leer
la Biblia, o asistir a los servicios en la Iglesia, o visitar a un enfermo, o
servir al Señor de cualquier otra manera. Bien pudiera ser la televisión, o el
Internet, o el trabajo (cuando es en exceso), o quizás dormir demasiado, o
salir mucho de paseo. En ocasiones el obstáculo proviene de las amistades, o
quizás la familia; cualquiera que sea tenemos que despojarnos de todo aquello
que nos impida avanzar en la carrera que tenemos por delante con los ojos
puestos en Jesús.
Piensa en las
cosas que quizás están frenando tu crecimiento espiritual. Si las eliminas,
¿dispondrías de más tiempo para las cosas que de verdad son importantes? ¿Cómo
sería tu vida sin ellas?
Pídele a DIOS que
te muestre cómo podrías mejorar tu relación con EL. Pídele discernimiento para
hacer cambios y eliminar aquellas cosas que afectan tu vida espiritual.
ORACIÓN: Padre Santo, te ruego me ayudes a identificar
las cosas que constituyen un peso o una carga en mi vida y que están afectando
mi crecimiento espiritual. Dame la fuerza y el valor para despojarme de ellas y
marchar adelante en victoria. En el nombre de Jesús, amén
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