Cumplir Su voluntad.
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Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
¿FIDELIDAD A LA MEDIDA?
SALMOS
89:33-34 “Con todo, jamás le negaré mi
amor, ni mi fidelidad le faltará. No
violaré mi pacto ni me retractaré de mis
palabras”.
Muchas personas que han
llegado a los pies del Señor Jesucristo buscando perdón y salvación
erróneamente creen que la vida del hijo de DIOS debe ser un lecho de rosas de
ahí en adelante. Cuando las adversidades tocan a la puerta su fe se desmorona
porque lo que les está ocurriendo es muy diferente a lo que éllos se habían
imaginado.
En ese momento se preguntan:
¿Dónde está la fidelidad de DIOS? ¿Por qué me ha abandonado ahora que estoy
atravesando dificultades y pruebas? Muy convenientemente éllos analizan y
cuestionan la fidelidad de DIOS pero para nada revisan o confrontan su propia
fidelidad hacia ÉL.
En el mundo de los negocios,
cuando dos partes aceptan establecer un acuerdo o pacto, se redacta un
documento o contrato en el cual se estipulan las condiciones que regirán la
relación del negocio y muy especialmente, se incluyen algunas cláusulas que
determinan qué curso de acción se debe seguir en el caso de que una de las
partes incumpla sus compromisos.
En el caso de la relación del
creyente con el Salvador, no existe ninguna cosa estipulada con relación a que
DIOS falte a Su palabra. Por definición, ésto es imposible. Lo que sí se
estipula es lo que sucede cuando nosotros faltamos a nuestro compromiso con
DIOS, algo muy probable que ocurra dada nuestra naturaleza pecaminosa.
DIOS nos habla de Su
inalterable fidelidad pero también nos dice que, en caso de que se presenten
incumplimientos de nuestra parte, habrá consecuencias y será necesario aplicar
medidas disciplinarias. Estas acciones disciplinarias, tal como nos lo presenta
el autor de la carta a los Hebreos (*), no son agradables en el momento de
recibirlas, sino más bien penosas. En todo caso la disciplina es necesaria para
fortalecer nuestro carácter y producir en nosotros una cosecha de justicia y
paz.
Así que no nos desanimemos
cuando seamos reprendidos ni pensemos que DIOS nos ha abandonado. Todo lo
contrario, DIOS está muy interesado en que nos mantengamos muy cerca de ÉL y ÉL
de nosotros.
Obedezcamos, pues, a DIOS y
vivamos de acuerdo con Sus instrucciones y principios. Si llegamos a fallar
podemos acercarnos a ÉL confesando nuestras faltas y clamando por Su perdón por
medio de la obra intercesora de nuestro amado Señor Jesucristo. DIOS
es fiel. ¡Sólo a DIOS sea la gloria!
ORACIÓN:
Señor, ayúdame a cumplir Tu voluntad y a hacer las cosas que
Te agradan. En el nombre de Cristo, amén.
(*) Hebreos 12:11 “Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de
recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce
una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella”.
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