Los
tesoros…
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Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
TRABAJAR
PARA EL VIENTO.
ECLESIASTÉS
5:16… “Por tanto, ¿qué provecho tiene el
que trabaja para el viento?”
El Ferrari valorado en
200.000 dólares quedó bajo el agua en una carretera y no sirvió más. Su dueño
había intentado pasar por lo que parecía ser un charco, sin darse cuenta de que
el agua subía rápidamente y se hacía más profundo. Cuando el agua llegó a la
altura de los guardafangos, el motor de 450 caballos de fuerza se detuvo. Menos
mal que el hombre pudo salir del automóvil y refugiarse en un terreno elevado.
El coche deportivo inundado
nos lleva a recordar el comentario de Salomón: «esas riquezas se pierden por un mal negocio»
(Eclesiastés 5:14). Los desastres naturales, los robos o los accidentes pueden
quitarnos los bienes más preciados. Aunque seamos capaces de protegerlos, no
podremos llevarlos al cielo (v. 15). Entonces, Salomón se pregunta: «¿qué provecho tiene
el que trabaja para el viento?» (v. 16).
Es inútil trabajar solamente
para conseguir posesiones que, en definitiva, desaparecerán. Porque ¿qué
aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O que
recompensa dará el hombre por su alma? Podemos tener todos los bienes del
mundo, pero, si esos bienes o riquezas no las sabemos canalizar para
utilizarlas para el reino de DIOS, aparte de suplir nuestras necesidades
diarias, serán riquezas que se esfumarán como espumas. Si algo DIOS nos provee,
debemos ser agradecidos y bendecir, así como DIOS nos bendice.
Hay algo que no se corrompe y
que podemos «llevar con nosotros»: los tesoros celestiales eternos. Procurar
virtudes como la generosidad, la humildad y la constancia dará recompensas
perdurables e indestructibles.
La clase de tesoro que
persigues ¿es solo terrenal o buscas «las cosas de arriba, donde está Cristo
sentado a la diestra de DIOS»?
Los
tesoros terrenales no pueden compararse con los celestiales.
ORACIÓN: Padre Celestial, gracias por este nuevo día. Gracias
por el descanso de la noche y por las bendiciones recibidas hasta este momento.
Gracias porque Tú me acompañas permanentemente y me dices que en esta vida mi
prioridad debe ser procurar las virtudes
que me darán las recompensas perdurables e indestructibles y tus bendiciones.
En el nombre de Cristo, amén.
LECTURA BIBLICA: Eclesiastes 5:10-17
10 El que ama el dinero no
se saciará de dinero, y el que ama la abundancia no se saciará de ganancias.
También esto es vanidad. 11 Cuando aumentan los bienes,
aumentan también los que los consumen. Así, pues, ¿cuál es la ventaja para sus
dueños, sino verlos con sus ojos?
12 Dulce es el sueño
del trabajador, coma mucho o coma poco; pero la hartura del rico no le permite
dormir. 13 Hay un grave mal que he visto bajo el sol: las
riquezas guardadas por su dueño para su mal; 14 cuando esas
riquezas se pierden por un mal negocio, y él engendra un hijo, no queda nada
para mantenerlo. 15 Como salió del vientre de su madre,
desnudo, así volverá, yéndose tal como vino; nada saca del fruto de su trabajo
que pueda llevarse en la mano. 16 Y también
esto es un grave mal: que tal como vino, así se irá. Por tanto, ¿qué provecho tiene
el que trabaja para el viento? 17 Además
todos los días de su vida come en tinieblas, con mucha molestia, enfermedad y
enojo.
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