miércoles, 19 de noviembre de 2014

¿PERFECCIÓN EN LA DEBILIDAD?

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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria  
¿PERFECCIÓN EN LA DEBILIDAD?
2a CORINTIOS 12:9-10 ”pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte."
A DIOS le encanta usar a los débiles. Todos tenemos debilidades. Es más, tú tienes un manojo de defectos e imperfecciones: físicos, emocionales, intelectuales y espirituales. También tienes un sin fin de circunstancias incontrolables que te debilitan, como las limitaciones financieras o relacionales. Lo más importante es qué haces con éllas.
Estamos acostumbrados a negar nuestras debilidades, las defendemos, las excusamos, las ocultamos y las resentimos. Eso le impide a DIOS usarlas de la manera que desea hacerlo.
DIOS tiene una perspectiva diferente de tus debilidades. ÉL dijo:”Mis pensamientos y mis caminos son más altos que los tuyos”, de modo que a menudo actúa en maneras exactamente opuestas a lo que esperamos.
Pensamos que DIOS sólo quiere usar nuestras fortalezas, pero también quiere usar nuestras debilidades para su gloria. Algunas veces DIOS convierte una fortaleza en debilidad para usarnos aún más.
Jacob era un manipulador que gastó su vida intrigando para después correr por sus consecuencias. Una noche, mientras luchaba con DIOS, dijo: “No voy a dejarte hasta que me bendigas”. DIOS le respondió: “Está bien”, pero entonces le agarró el muslo a Jacob y le dislocó su cadera.
¿Qué significa eso? DIOS tocó la fuerza de Jacob (el músculo del muslo, el más fuerte del cuerpo) y lo transformó en debilidad. Desde ese día en adelante, Jacob caminó cojeando de manera que nunca más pudo huir. Eso lo forzó a apoyarse en DIOS quisiera o no.
La Biblia dice: “DIOS escogió lo débil... del mundo para avergonzar a los poderosos”. Tus debilidades no son un accidente. DIOS deliberadamente las permitió en tu vida con el propósito de demostrar Su poder a través de ti.
A DIOS nunca le impresionó la fuerza ni la autosuficiencia. De hecho, ÉL es atraído a los débiles que admitan serlo. Jesús consideró el reconocimiento de nuestras necesidades como un atributo de los ”pobres de espíritu”. Esta actitud es la que ÉL bendice.  
La Biblia está llena de ejemplos de cómo DIOS ama y usa a los imperfectos, a las personas ordinarias para hacer cosas extraordinarias a pesar de sus debilidades. Si DIOS usara sólo personas perfectas, nada sería hecho, porque ninguno de nosotros es perfecto. Que DIOS use a los imperfectos es muy alentador para todos nosotros.

Una debilidad, o “aguijón” como Pablo lo llamó, no es un pecado ni vicio ni un defecto de carácter que puedas cambiar, como la gula o la impaciencia. Una debilidad es cualquier limitación que tengas o heredaste y no tienes poder para cambiarla.
Cuando piensas en las limitaciones de tu vida, puedes ser tentado a concluir: “DIOS nunca podría usarme”. Pero a DIOS no lo detienen nuestras limitaciones. De hecho, ÉL disfruta poner Su poder en envases comunes.
La Biblia dice: “Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de DIOS y no de nosotros”. Igual que la artesanía común, somos frágiles, defectuosos y fáciles de quebrar. Pero DIOS nos usará si le permitimos trabajar por medio de nuestras debilidades.
Para que ésto ocurra debemos seguir el modelo de Pablo. Él mostró su vulnerabilidad en todas sus cartas. Expresó con sinceridad sus fallas: “Cuando quiero hacer lo bueno, no lo hago, y cuando trato de no hacer lo malo, eso hago”; sus sentimientos: “Yo te dije todos mis sentimientos”; sus frustraciones: “Fuimos realmente agobiados, abrumados, y temimos que nunca podríamos volver a vivir a través de esto”; sus temores: “Cuando yo vine a ti, estaba débil, temeroso y estremecido”.
DIOS quiere usar tus debilidades, no sólo tus fortalezas. Nuestras fortalezas crean competencias, mientras que nuestras debilidades producen comunión. Gloríate en tus debilidades. Pablo dijo: “De mi no haré alarde, sino de mis debilidades”.
En vez de mostrarte autosuficiente e insuperable, obsérvate a ti mismo como un trofeo de gracia. Cuando el enemigo apunte a tu debilidad, acuérdate de DIOS y llena tu corazón con alabanza a Jesús, que “entiende cada debilidad nuestra”, y al Espíritu Santo, que “nos ayuda en nuestra debilidad”.

ORACIÓN: Dios Misericordioso. A TI acudo cuando estoy en problemas y necesidades porque sé que Tú me vas a ayudar. Gracias Señor. En el nombre de Cristo, amén.

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