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viene de TÍ…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¿PERFECCIÓN EN LA
DEBILIDAD?
2a CORINTIOS 12:9-10 ”pero él me
dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.»
Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que
permanezca sobre mí el poder de Cristo. Por eso me regocijo en debilidades,
insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo;
porque cuando soy débil, entonces soy fuerte."
A DIOS le encanta usar a los
débiles. Todos tenemos debilidades. Es más, tú tienes un manojo
de defectos e imperfecciones: físicos, emocionales, intelectuales y
espirituales. También tienes un sin fin de circunstancias incontrolables que te
debilitan, como las
limitaciones financieras o relacionales. Lo más importante es qué haces con éllas.
Estamos
acostumbrados a negar nuestras debilidades, las defendemos, las excusamos, las
ocultamos y las resentimos. Eso le impide a DIOS usarlas de la manera que desea
hacerlo.
DIOS
tiene una perspectiva diferente de tus debilidades. ÉL dijo:”Mis pensamientos y
mis caminos son más altos que los tuyos”, de modo que a menudo actúa
en maneras exactamente opuestas a lo que esperamos.
Pensamos
que DIOS sólo quiere usar nuestras fortalezas, pero también quiere usar nuestras
debilidades para su gloria. Algunas veces DIOS convierte una fortaleza en debilidad para usarnos aún más.
Jacob
era un manipulador que gastó su vida intrigando para después correr por sus
consecuencias. Una noche, mientras luchaba con DIOS, dijo: “No voy a dejarte hasta que me bendigas”.
DIOS le respondió: “Está bien”, pero entonces le agarró el muslo a
Jacob y le dislocó su cadera.
¿Qué
significa eso? DIOS tocó la fuerza de Jacob (el músculo del muslo, el más fuerte del cuerpo) y lo transformó en debilidad. Desde ese día en
adelante, Jacob caminó cojeando de manera que nunca más pudo huir. Eso lo forzó
a apoyarse en DIOS quisiera o no.
La
Biblia dice: “DIOS
escogió lo débil... del mundo para avergonzar a los poderosos”. Tus debilidades no son un accidente. DIOS deliberadamente las permitió en tu vida con el
propósito de demostrar Su poder a través de ti.
A
DIOS nunca le impresionó la fuerza ni la autosuficiencia. De hecho, ÉL es
atraído a los débiles que admitan serlo. Jesús consideró el reconocimiento de
nuestras necesidades como un atributo de los ”pobres de espíritu”. Esta actitud
es la que ÉL bendice.
La
Biblia está llena de ejemplos de cómo DIOS ama y usa a los imperfectos, a las personas ordinarias para
hacer cosas extraordinarias a pesar de sus debilidades. Si DIOS usara sólo
personas perfectas, nada sería hecho, porque ninguno de nosotros es perfecto.
Que DIOS use a los imperfectos es muy alentador para todos nosotros.
Una
debilidad, o “aguijón” como Pablo lo llamó, no es un pecado ni vicio ni un defecto
de carácter que puedas cambiar, como la gula o la impaciencia. Una debilidad es cualquier
limitación que tengas o heredaste y no tienes poder para cambiarla.
Cuando
piensas en las limitaciones de tu vida, puedes ser tentado a concluir: “DIOS nunca podría
usarme”. Pero a DIOS no lo detienen nuestras limitaciones. De hecho, ÉL disfruta poner Su poder en envases comunes.
La
Biblia dice: “Pero
tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder
viene de DIOS y no de nosotros”. Igual que la artesanía común, somos
frágiles, defectuosos y fáciles de quebrar. Pero DIOS nos usará si le
permitimos trabajar por medio de nuestras debilidades.
Para que ésto ocurra debemos
seguir el modelo de Pablo. Él
mostró su vulnerabilidad en todas sus cartas. Expresó
con sinceridad sus fallas: “Cuando quiero hacer lo bueno, no lo hago, y cuando trato de
no hacer lo malo, eso hago”; sus sentimientos: “Yo te dije todos mis sentimientos”;
sus frustraciones: “Fuimos realmente agobiados, abrumados, y temimos que nunca
podríamos volver a vivir a través de esto”; sus temores: “Cuando yo vine a
ti, estaba débil, temeroso y estremecido”.
DIOS
quiere usar tus debilidades, no sólo tus fortalezas. Nuestras fortalezas crean
competencias, mientras que nuestras debilidades producen comunión. Gloríate en
tus debilidades. Pablo dijo: “De mi no haré alarde, sino de mis debilidades”.
En vez de mostrarte
autosuficiente e insuperable, obsérvate a ti mismo como un trofeo de gracia. Cuando el enemigo apunte a tu debilidad, acuérdate de
DIOS y llena tu corazón con alabanza a Jesús, que “entiende cada debilidad nuestra”, y
al Espíritu Santo, que “nos ayuda en nuestra debilidad”.
ORACIÓN: Dios Misericordioso. A TI acudo cuando estoy en
problemas y necesidades porque sé que Tú me vas a ayudar. Gracias Señor. En el
nombre de Cristo, amén.
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