viernes, 21 de noviembre de 2014

VIDA VICTORIOSA

En TÍ confío Señor…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria  
VIDA VICTORIOSA
HABACUC 1:2-3 “¿Hasta cuándo, Señor, he de pedirte ayuda sin que tú me escuches? ¿Hasta cuándo he de quejarme de la violencia sin que tú nos salves? ¿Por qué me haces presenciar calamidades? ¿Por qué debo contemplar el sufrimiento? Veo ante mis ojos destrucción y violencia; surgen riñas y abundan las contiendas."
Cuando pienses que ya no queda esperanza porque todo está perdido recuerda que el tiempo de DIOS es preciso. DIOS nunca llega antes ni después. ÉL llega justo en el momento de mayor necesidad y cuando es más conveniente.
Nosotros que estamos tan acostumbrados a estar pendientes de los años, meses, días, horas, minutos y segundos nos desconcertamos cuando pensamos que DIOS se tarda en responder.
Para comenzar, ÉL no es un genio que se encuentra atrapado en una botella y que si lo liberamos, nos concederá tres deseos. Esas son fantasías orientales que deben haberse introducido en nuestra cultura allá por los años de la ocupación mozárabe de la península ibérica.
Si hay algo que debemos entender es que DIOS está más allá del tiempo y el espacio y por lo tanto no está sujeto a las limitaciones de éstos. Alguien.nos vendió la idea de que la vida plena debía ser un jardín de rosas, libre de problemas y dificultades. Quien nos vendió esta utopía pasó por alto que las rosas con todo lo bellas y fragantes que son, también tienen espinas.
El Señor Jesús nos prometió que si lo aceptábamos como Señor y Salvador tendríamos vidas abundantes. ÉL no habló de jardines de rosas ni de vidas libres de problemas. Por el contrario nos advirtió que en este mundo afrontaríamos aflicciones.
Lo que DIOS nos da para afrontar las aflicciones y los problemas es fortaleza y ánimo para que nos desmayemos y salgamos victoriosos, perfeccionados y fortalecidos para enfrentar retos aún más difíciles con éxito total. La vida abundante es aquella que es victoriosa sobre los problemas.
DIOS está bien al tanto de tu situación. ÉL sabe perfectamente cuál es tu sufrimiento y no se quedará tranquilo hasta haberte concedido Su justicia divina. Espera con paciencia el tiempo de DIOS y la paz del Señor inundará tu ser y te dará la tranquilidad y fortaleza que necesitas en ese momento para superar la prueba. DIOS ya se está levantando para atender tu caso y tu clamor.
Pongamos nuestras esperanzas en DIOS y saldremos victoriosos de las pruebas.

ORACIÓN: Padre Celestial. Me acerco a Ti para pedirte ayuda. Estoy pasando momentos muy difíciles y sé que Tú me puedes ayudar. Te entrego todas mis cuitas y preocupaciones. Gracias Señor porque Tú has prometido ayudarme. Enel nombre de Cristo, amén.

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