Ante todo, prioricemos…
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meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LO PRIMERO ES LO
PRIMERO
JEREMÍAS 2:32 “¿Acaso una joven se olvida de sus joyas,
o una novia de su
atavío?”
Según
el profeta Jeremías, las jóvenes no se olvidan de sus joyas y las novias no
olvidan sus vestidos de novia. Ahora,
unos miles de años después, en Bridgeport, Connecticut, hemos encontrado a
alguien, a Georgina Clemons quien se le olvidó su vestido de novia.
Georgina
no es la clase de mujer olvidadiza que tiene la cabeza en cualquier lado. Al
contrario, siempre está bien atenta a todo. Pero hace unas cuantas semanas,
cuando vio que una casa se estaba incendiando, entró corriendo advertir a
quienes estaban adentro lo que estaba sucediendo, sin darse cuenta que todavía
llevaba puesto su vestido de novia.
Georgina
no sólo se olvidó de su vestido de novia, sino también de su seguridad
personal, y puso a la familia de Eitelberg en primer lugar. Los Eitelbergs
están vivos porque Georgina pensó que sus vidas eran más importantes que su
vestido de novia. Élla sí supo cuáles eran sus prioridades.
Recordemos
lo que hemos prendido de que Jesús, el Salvador, siempre puso primero a los
demás. ÉL abandonó Su lugar en el cielo y bajó a la tierra para ser uno de
nosotros. El verdadero Hombre y verdadero DIOS dejó la adoración de los ángeles
y la perfección del paraíso para tomar nuestro lugar bajo la ley, para poder
resistir la tentación, y para poder conquistar a la muerte y salvarnos. Para
Jesús, nosotros somos la más alta de las prioridades.
Después
que Georgina salvó a esa familia, le preguntaron: -“¿Estás bien? ¿Te hiciste
daño?”-- A lo que élla contestó -“Parece que se dañaron mis zapatos”,- pero enseguida
agregó: -“pero los zapatos no tienen ninguna
importancia; lo importante es que todos están a salvo"-.
Hay
un hombre afortunado que está casado con una chica que sabe que lo primero es
lo primero... Y nosotros hemos sido bendecidos con un Salvador cuyas palmas
llevaron las cicatrices de unos clavos.
Es
el precio que ÉL estuvo dispuesto a pagar para asegurar que todos nosotros
pudiéramos ser salvos por la eternidad. Un Salvador que sabe que lo primero es
lo primero.
ORACIÓN: Amado Padre, te doy gracias por haber enviado a Tu Hijo
Jesucristo que salvar a la humanidad fue Su mayor prioridad. Te pido que me
ayudes para seguirle con lealtad resuelta. Aún más, te pido que, con la ayuda
del Espíritu Santo, pueda mantener mis prioridades en orden. En el precioso
nombre de Jesús. Amén.
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