Las bendiciones del Señor
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
SEÑOR, NO ME GUSTA…
Reflexiones Cristianas
SALMOS 128:2 “Comerás del fruto de tu trabajo,
serás feliz y te irá bien.”
¿Cuál es la clave del éxito? ¿Qué
distingue a las personas que triunfan de aquellas que fracasan? ¿Es posible
alcanzar el éxito, y mantenerlo?
Un sin número de respuestas
posibles se agolpan frente a nosotros intentando señalarnos el camino seguro
hacia la victoria personal.
Cristian Franco nos relata:
-“Recuerdo la ocasión en que ingresé a mi
primer trabajo. Tenía 14 años y estaba concluyendo el segundo año de la escuela
secundaria, cuando de un día para el otro mi tío me propuso trabajar con él
durante el verano. ¡Todo un desafío para
un adolescente acostumbrado a ver televisión, practicar básket y asistir a
clases! Sin embargo, acepté el reto y me lancé a la 'aventura”-…
Los primeros días fueron facilísimos: todos me
sonreían, los jefes me tenían paciencia y mal que bien sobrellevaba el horario
matutino de entrada. Pero al pasar los
días, la 'comodidad' se vistió de 'normalidad' y el asunto se tiñó de 'sangre,
sudor y lágrimas'.
¡Llegué a trabajar durante casi un mes desde
las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche!
¡Quince horas diarias! Llegaba a
mi casa, cenaba y caía desplomado sobre la cama, sólo para levantarme cinco
horas después ¡y seguir con la rutina!
¡Nada de televisión! ¡Nada de paseos! ¡Nada de nada!. ¡Sólo trabajar,
trabajar, y trabajar!
Pero algo "misterioso" sucedía cada
dos semanas. Algo que me hacía
"olvidar" el sacrificio y la abnegación de cada día: ¡finalmente
cobraba mi salario! ¡Sí! ¡Por primera vez en mi vida podía disfrutar
mi propio dinero, obtenido con mi propio trabajo! Por primera vez entendí, de manera muy
práctica, el tremendo valor que tiene el esfuerzo personal con miras a la
recompensa que implica lograr el éxito.
San Pablo escribió: -"Ustedes saben que, en una carrera, no todos ganan el
premio sino uno sólo. Los que se
preparan para competir en un deporte, dejan de hacer todo lo que pueda
perjudicarles. ¡Y lo hacen para ganarse un premio que no dura mucho! Nosotros, en cambio, lo hacemos para recibir
un premio que dura para siempre. Yo me
esfuerzo por recibirlo, así que no lucho sin un propósito. Al contrario, vivo con mucha disciplina y
trato de dominarme a mi mismo"-. (1ª Corintios
9:24-27).
Me encanta cómo define el asunto
un reconocido autor americano: -"Todas las personas con éxito tienen el hábito de
hacer cosas que a los fracasados no les gusta hacer. A éllos tampoco les gusta
hacerlas, pero su disgusto se ve subordinado a la fortaleza de sus
propósitos"-.
"No me gusta"
sacrificarme, ahorrar, hacer dieta, estudiar, ir al médico, ser amable,
planificar, perdonar, arrepentirme, orar, leer La Biblia, conocer y comprender
a DIOS, etc., etc.,... ¡pero vaya diferencia que obtengo en mi calidad de vida,
cuando invierto mi atención y mi esfuerzo en éstas y muchas cosas más!
Cristian Franco
No cabe
ninguna duda que vale la pena vivir más allá de los gustos y
vivir con
propósito.
ORACIÓN:
Señor, gracias por las muestras de Tu amor.
Gracias por
este nuevo día que me das. Gracias por
las bendiciones que recibo a través de mi hogar, de mis amigos, de mi
trabajo.
Gracias por
los momentos que me encuentro Contigo, al orar, al leer La Biblia. Gracias porque cada día, me ayudas a
conocerte y comprenderte mejor. Gracias
Señor, en Tu nombre, amén.
LECTURA BÍBLICA..Salmos 128 (DIOS Habla Hoy)
Las bendiciones del
Señor
1 Feliz tú, que honras al Señor y le eres
obediente. 2 Comerás del
fruto de tu trabajo, serás feliz y te irá bien. 3 En la intimidad de tu hogar, tu
mujer será como una vid cargada de uvas; tus hijos, alrededor de tu mesa, serán
como retoños de olivo. 4 Así
bendecirá el Señor al hombre que lo honra. 5 ¡Que el Señor te bendiga
desde el monte Sión! ¡Que veas el bienestar de Jerusalén todos los días de tu
vida! 6 ¡Que llegues a ver a
tus nietos! ¡Que haya paz en Israel!
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