Procuremos “ver hacia adentro” y avivar
nuestra llama espiritual.
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meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
¿CUÁL ES EL SECRETO?
Reflexiones
– Renuevo de Plenitud
PROVERBIOS 22:4 “Riquezas, y honra, y
vida, son la remuneración de la humildad y del temor de DIOS”
Cuentan que un rey muy rico de la India, tenía fama de
ser indiferente a las riquezas materiales y hombre de profunda religiosidad,
cosa un tanto inusual para un personaje de su categoría.
Ante esta situación y movido por la curiosidad, un
súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no dejarse deslumbrar por
el oro, las joyas y los lujos excesivos que caracterizaban a la nobleza de su
tiempo.
Inmediatamente después de los saludos que la etiqueta y
cortesía exigen, el hombre preguntó: “Majestad, ¿cuál
es su secreto para cultivar la vida espiritual en medio de tanta riqueza?”
El rey le dijo: “Te lo revelaré,
si recorres mi palacio para comprender la magnitud de mi riqueza. Pero lleva
una vela encendida. Si se apaga, te decapitaré”
Al término del paseo, el rey le preguntó: “¿Qué piensas de mis riquezas?” La persona respondió: “No vi nada. Sólo me preocupé de que la llama no se apagara”
El rey le dijo: “Ése es mi
secreto. Estoy tan ocupado tratando de avivar mi llama interior, que no me
interesan las riquezas de fuera”
Muchas veces deseamos vivir
como mejores cristianos y tener vida espiritual, pero sin decidirnos apartar la
mirada de las cosas que nos rodean y deslumbran con su aparente belleza.
Procuremos “ver
hacia adentro” y avivar nuestra llama espiritual, pues:
– Al tener nuestra mente y nuestro corazón
puestos en el Señor, podemos aprender a conocerle y amarle.
– Las trivialidades y preocupaciones de la
vida no podrán apartarnos del buen camino.
– Crecerá nuestro amor por la familia y
nuestros semejantes, que son imagen de DIOS.
–Viviremos alegres en esta vida,
preparándonos para alcanzar la felicidad eterna al lado de nuestro Padre.
OREMOS:
Padre Celestial. Te ruego que me ayudes en mi desarrollo espiritual, con la
lectura y estudio de Tu Palabra, la oración y compartir lo que he aprendido. Dame
oídos para oír, ojos para ver y un corazón agradecido por las bendiciones que
diariamente derramas sobre todos nosotros. Te lo pido en el nombre de Cristo,
amén.
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