DIOS está profundamente interesado en tu vida
Comparte esta meditación
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
EL ENCANTADOR DE PERSONAS
PROVERBIOS 30:7-9 “Sólo dos cosas te pido,
Señor; no me las niegues antes de que
muera: Aleja de mí la falsedad y la mentira;
no me des pobreza ni riquezas
sino sólo el pan de cada día.
Porque teniendo mucho, podría desconocerte y decir: -"¿Y quién es
el Señor?"-.
Y teniendo poco, podría llegar a robar y
deshonrar así
el nombre de
mi DIOS.”
Millones de televidentes de todo el mundo han
visto a un entrenador canino llamado Cesar Millán. Este hombre, también
conocido como «el encantador de perros», tiene
la habilidad no sólo de rehabilitar perros problemáticos, sino también de
hacerlo con una calma que suele sorprender al propio dueño del animal.
No importa si el perro es excesivamente
agresivo, o si se altera o si se asusta con facilidad; es como si Millán
hablara su lenguaje. Las mascotas que han estado saltando sobre las visitas,
tirando incontrolablemente de la correa o destruyendo cosas de manera obsesiva,
por toda la casa, aprenden a relajarse y a comportarse en su presencia.
Generalmente, el resultado es sorprendente. Sin
embargo, Millán no hace milagros; sólo usa su conocimiento del comportamiento
de las manadas. Él explica que, entre éllos, los perros instintivamente se
evalúan para determinar con exactitud cuál es su lugar con respecto al resto
del grupo. Teniendo ésto en cuenta, les enseña a los dueños a imponerse, con
delicadeza y firmeza a la vez, como el «líder de la
manada» de su can. Entonces, el secreto del encantador de perros no
radica en la magia, sino en la inteligencia. En el proceso, creo que este
hombre hace algo mucho más importante que entrenar canes; me parece que, en su
sabiduría, refleja algunas de las formas en que nuestro Amo trabaja con
nosotros.
En realidad, también nos podría ayudar a ver a
DIOS como el «encantador de personas»:
La delicadeza de la sabiduría divina. En lugar de
gritarnos desde el cielo con enojo y frustración, nuestro DIOS sabe cómo
aparecer con calma y delicadeza aún en los terremotos, los vientos y los
incendios de nuestra vida. En respuesta a nuestras conductas ruidosas,
frenéticas y de desgaste, podemos experimentar la voz del Señor que nos dice: «Estad quietos, y
conoced que yo soy DIOS» (Salmo
46:10).
La sabiduría de la delicadeza divina. Muchos
hombres y mujeres de la Biblia
descubrieron que, hasta en sus peores situaciones, DIOS usaba delicadamente la
voz de Su sabiduría para atraer su atención, devoción y confianza. Uno de éllos
fue Agur. Hasta hoy, los lectores de Proverbios lo citan como un hombre
excepcionalmente sabio. Sin embargo, este rey tenía una imagen diferente de sí
mismo. Abrumado por lo insensato que se sentía en la presencia de su Creador,
escribió: «Ciertamente más rudo soy yo que ninguno, ni
tengo entendimiento de hombre. Yo ni aprendí sabiduría, ni conozco la ciencia
del Santo».
Aparentemente, Agur se sentía «desorientado»
cuando escuchó lo que su Creador le decía con calma a través del mundo natural
que lo rodeaba, y conoció el objetivo de la sabiduría divina. Al ver y admitir
todo aquello que no podía comprender por sí mismo, Agur llegó al punto de
desear atesorar cada palabra de DIOS más que su propio razonamiento (Proverbios
30:5-6).
Entonces, el sabio oró: “Sólo dos cosas te pido, Señor; no
me las niegues antes de que muera: Aleja de mí la falsedad y la mentira; no me
des pobreza ni riquezas sino sólo el pan de cada día. Porque teniendo mucho,
podría desconocerte y decir: "¿Y quién es el Señor?" Y teniendo poco,
podría llegar a robar y deshonrar así el nombre de mi DIOS”.
Así como el animal necesita comprender su lugar
en relación al líder de la manada, nosotros necesitamos descubrir exactamente
dónde nos encontramos respecto a nuestro Amo, Proveedor y Protector.
DIOS está
profundamente interesado en tu vida para hacer cambios profundos que traerán
bendiciones y felicidad a ti y tu familia. Pon atención a Su llamado, escucha
atentamente Su voz, y permite que ÉL lleve a cabo Sus planes en tu vida. Busca
Su rostro en oración, lee y medita en Su palabra diariamente, y pon en práctica
Sus enseñanzas. DIOS te dirá lo que
debes hacer.
OREMOS: Padre Celestial, reconozco que muchas
veces me he sentido tan pequeño en cuanto a mi conocimiento sobre Tí.
Te pido que afines mi oído espiritual para
poder escuchar con claridad Tu voz, y ayúdame a rendirme a Tí y a someterme a
Tus órdenes para que Tus planes de bendición se lleven a cabo en mi vida. En el
nombre de Jesús, Amén.
LECTURA BIBLICA: Proverbios 30:1-33
No hay comentarios:
Publicar un comentario