martes, 5 de mayo de 2020

EL PROPÓSITO DE LA VIDA

DIOS está detrás de todo lo que me sucede.
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
EL PROPÓSITO DE LA VIDA
**Leer 2 Corintios 3:12-18

2a CORINTIOS 3:17-18 “17-18 Porque el Señor y el Espíritu son uno mismo, y donde está el Espíritu del Señor 
hay libertad. Y nosotros no tenemos ningún velo 
que nos cubra la cara. 
Somos como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida. Gracias a la acción de su Espíritu en nosotros, cada vez nos parecemos más a él.

¿Cuál es la razón de mi vida? Todo el mundo se hace esta pregunta en algún momento. Algunas teorías argumentan que estamos ocupando espacio y que volveremos a la nada cuando muramos. También hay gente que dice que somos dueños de nuestro propio destino. ¡Ambas teorías son falsas! El SEÑOR te ha puesto en este mundo para que cumplas el propósito de ÉL para tu vida.
DIOS tiene un plan especial para la vida de cada persona, pero todos los cristianos comparten un mismo objetivo: ser conformados a SU imagen. Este proceso comienza aquí en la Tierra y termina en el cielo. Gran parte de la obra que el SEÑOR hace en nuestra vida terrenal se centra en nuestra personalidad. ÉL nos muestra cómo ser tan amorosos, bondadosos y pacíficos como el Señor JESÚS.
Podríamos pensar que ésto es difícil. Pero la verdad es que el ESPÍRITU SANTO habita en el cristiano, y luego vive la vida de CRISTO a través del creyente. Debemos ser sumisos a la guía del ESPÍRITU.
El SEÑOR está detrás de todo lo que te sucede, ya sea que provoque la situación, o permite que ocurra. Tanto las pruebas como las victorias están diseñadas para cumplir el gran propósito de DIOS: producir una vida que refleje SU amor y SU gloria al mundo.
OREMOS: DIOS, ayúdame a ser un cristiano íntegro, que refleje TU amor y TU gloria en este mundo. Que mi testimonio sea de Tu agrado. 
En el amor de CRISTO JESÚS, amén.
**Leer 2 Corintios 3:12-18
12 Tan seguros estamos de todo esto, que no nos da miedo hablar. 13 No hacemos como Moisés, que se tapaba la cara con un velo para que los israelitas no vieran que el brillo de su cara se iba apagando. 14-15 Ellos nunca entendieron esto. Por eso hasta el día de hoy, cuando leen los libros de Moisés, no lo entienden. Es como si su entendimiento estuviera cubierto con un velo. Sólo Cristo puede ayudarlos a entender.
16 Sin embargo, esto llega a comprenderlo el que se arrepiente y pide perdón al Señor. ¡Es como si le quitaran el velo a su entendimiento! 17-18 Porque el Señor y el Espíritu son uno mismo, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. Y nosotros no tenemos ningún velo que nos cubra la cara. Somos como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida. Gracias a la acción de su Espíritu en nosotros, cada vez nos parecemos más a él.
Visita nuestra página web en la siguiente dirección:


No hay comentarios: