El milagro.
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Bendiciones,
Enio
MOLDÉAME
ISAÍAS 64:8 “A pesar de todo,
Señor, Tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y Tú el alfarero. Todos
somos obra de Tu mano”.
Klaus estaba manejando por una carretera rural muy
accidentada, cuando divisó una bolsa de cemento que aparentemente había caído
de un camión de reparto debido a los muchos baches del camino. Para evitar que
se desperdiciara, se detuvo para recogerla. Pero, cuando trató de levantarla,
le fue imposible. Es que el contenido ya no era un polvo suave y suelto, sino
que la lluvia lo había solidificado, convirtiéndolo en un bloque sólido de
cemento.
En el transcurso de nuestras vidas tal vez hemos
conocido muchas personas que se han transformado así como esa bolsa de cemento.
Originalmente, DIOS los había diseñado para que se convirtieran en algo bello y
útil, pero la vida los ha llevado por otro camino, y lentamente se han
convertido en algo duro e inflexible.
Éso no es lo que el Señor quiere realmente para
nosotros. Él no desea que nuestra vida se convierta en una bolsa de cemento
solidificada. Por éso es que hoy nos da la oportunidad de cambiar y disfrutar
la felicidad que Jesús tan deseosamente anhela darnos.
DIOS puede cambiarnos con Su amor y Su poder. Hoy
podemos ser diferentes de lo que éramos ayer. DIOS quiere llenar nuestro día
con alegrías: la alegría de pecados perdonados; la alegría de nuevos inicios,
de nuevas posibilidades; la alegría que viene de tener a Jesús a nuestro lado.
Por el milagro de Su amor, DIOS quiere transformar
nuestra vida para que ésta tenga un magnífico propósito.
ORACIÓN: Padre Celestial, doy gracias
porque Jesús ha perdonado mis pecados y transformado mi vida. Ayúdame con Tu
Espíritu Santo para que, en los momentos en que me estoy endureciendo por las
circunstancias que vienen a mi vida y la oscuridad de nuestros días, me
recuerde del amor que Jesús me ha dado. En el nombre de Cristo Jesús, Amen.
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