¡Quieto!
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Bendiciones,
Enio
¿ESTÁS
EN MEDIO DE UNA TORMENTA?
SALMO 46:10 "Estad quietos, y conoced que yo soy DIOS."
Ayer compartimos acerca de la necesidad de reconocer
nuestra debilidad y rendirnos incondicionalmente en los brazos del Señor, para
que Su poder “se perfeccione en nuestra debilidad.” (2a
Corintios 12:9).
Es decir, el poder de DIOS no se va a manifestar en
nuestras vidas plenamente mientras estemos luchando contra las circunstancias,
tratando de cambiarlas a nuestro favor con el fin de obtener el triunfo.
Es necesario que hagamos un alto, y reconozcamos que
sólos no podemos, que somos débiles e incapaces, y demos el control al Señor.
Entonces Su poder se perfeccionará en nuestra debilidad.
En el pasaje de hoy, esencialmente nuestro Padre
celestial nos exhorta a que dejemos de afanarnos tratando de resolverlo todo
por nosotros mismos y que confiemos en Él. Entonces Él se manifestará y
nosotros llegaremos a conocerlo íntimamente. Pero ciertamente ésto es algo que
no podemos hacer por nosotros mismos.
Imagínate que has caído por la borda de un barco al
embravecido océano en medio de una tormenta. Tu habilidad como nadador es muy
limitada. Pero comienzas a luchar desesperadamente tratando de mantenerte a flote
y sobrevivir. El aire te falta y tú tratas por todos los medios de respirar en
los segundos que tu cabeza está fuera del agua.
En ese momento, alguien se acerca a ti nadando y te
dice que él te va a ayudar, pero tienes que dejar de luchar y quedarte
totalmente quieto. ¿Crees que te sería fácil seguir esas instrucciones? ¡Por
supuesto que no! Es tu instinto de conservación el que está en absoluto control
de la situación; por mucho que trates de no mover tus brazos y piernas, algo
más fuerte que tú les ordena que se muevan con la mayor rapidez posible.
De manera similar nuestro YO, nos impulsa a tomar
control de las situaciones difíciles que se nos presentan en la vida a pesar de
nuestra incapacidad para resolverlas. DIOS nos dice que estemos quietos, pero
no podemos. Necesitamos la ayuda del Espíritu Santo para quedarnos quietos y
confiar en DIOS.
Sólo por medio de la constante oración y la lectura
de la Biblia día tras día, podemos establecer una relación tal con DIOS que
cuando llegue la prueba, su Espíritu Santo se sobreponga a nuestros impulsos
carnales, y nos guíe a esa quietud que el Señor espera de nosotros para
manifestar Su poder.
Tenemos que vivir con la absoluta seguridad de que
si DIOS dice "Estad quietos, y conoced que yo soy DIOS", es porque Él siempre suplirá la
fuerza, el poder y la habilidad para que hagamos lo que tengamos que hacer.
En medio de tu tormenta, haz un alto y escucha la
voz de Jesús: "¡Confiad; yo soy, no temáis!". Son las mismas palabras que un
día Jesús les dijo a sus discípulos cuando se encontraban azotados por una
fuerte tormenta que amenazaba con hundir su barca. Cuando éllos hicieron un
alto para escuchar al Señor, y confiaron en Él, dice la Biblia que Jesús subió
a la barca y “se calmó el viento”.
Confía, mantén tu calma, permite que el Señor tome
el control de tu barca, y disfrutarás de esa maravillosa paz, que sobrepasa
todo entendimiento.
ORACIÓN: Padre Santo, te ruego que Tu Santo Espíritu
controle mi mente y mis impulsos carnales, para que yo pueda permanecer tranquilo
y confiado, aún en pruebas difíciles de mi vida, y Tú puedas manifestarte con
todo Tu poder para la honra y la gloria de Tu nombre. En el nombre de Jesús, amén.
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