jueves, 20 de agosto de 2015

CUANDO QUEREMOS DECIR QUE NO

Señor, que se cumpla Tu voluntad…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
CUANDO QUEREMOS DECIR QUE NO
JONÁS 4:2 “Por eso [para impedir que fueran salvos] me apresuré a huir a Tarsis”
Estando en el vientre de un pez, Jonás se consagró de nuevo al propósito del Señor. Pero la popular historia bíblica sobre las consecuencias de la desobediencia no termina con la obediencia de Jonás. Sino que termina cuando Jonás reconoce la razón por la que no quería la tarea —y con el Señor reprendiéndolo por su egoísmo.
Es que Jonás temía que los ninivitas, que eran una amenaza para el pueblo judío, pudieran arrepentirse, lo que haría que DIOS no los destruyera. El profeta reacio admitió que quería verlos aniquilados: “Por eso [para impedir que fueran salvos] me apresuré a huir a Tarsis” (Jonás 4.2). Cuando el Señor cambió de parecer, y no destruyó a Nínive, el viaje de Jonás fue un éxito para todos, menos para él.
Los creyentes nos resistimos a hacer la voluntad de DIOS por muchas razones. A veces, aunque no nos guste reconocerlo, por el probable resultado de la obediencia. Como sucedió con Jonás, podemos perder de vista las cosas espiritualmente importantes, y centrarnos en nuestros deseos y comodidades.
Nuestro descontento con lo que pensamos que podría suceder no es una razón para resistir el plan de DIOS. Si el Señor nos llama a actuar, ÉL se encargará del resultado final. Nuestra tarea es obedecer.
¿Qué te está impidiendo obedecer al Señor? Tal vez estés demasiado enojado con tu cónyuge para esforzarte por mejorar tu matrimonio, o demasiado herido para dar la bienvenida a un hijo arrepentido.
Sin embargo, no nos dejemos gobernar por los sentimientos, no importa cuán fuertes sean. Tu Padre Celestial espera obediencia.
El resultado final puede sorprenderte, particularmente por lo bendecido que serás por haberle obedecido.
ORACIÓN: Padre Celestial. Perdóname Señor porque soy desobediente y no quiero hacer Tú voluntad sino la mía. Ayúdame Señor a corregir mis pasos y pueda hacer las cosas que Te agradan. Te lo pido en el nombre de Cristo, amén.  

Lectura Bíflica | Jonás capítulos 3 y 4


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