viernes, 21 de agosto de 2015

NUESTROS PROPIOS ERRORES

Aprovecha todo momento de tu existencia.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria    
NUESTROS PROPIOS ERRORES
SALMOS 78:38-39 “Sin embargo, El les tuvo compasión; les perdonó su maldad y no los destruyó. Una y otra vez contuvo su enojo, y no se dejó llevar del todo por la ira. Se acordó de que eran simples mortales, un efímero suspiro que jamás regresa”.
Cuando estemos atravesando una dificultad y el sufrimiento se convierta en una carga muy pesada para nosotros, debemos recordar que la gran mayoría de las veces las situaciones que nos toca enfrentar son producto de nuestros propios errores. 
Tomamos decisiones sin consultar con DIOS y nos dejamos llevar por las emociones y los sentimientos sin considerar si lo que estamos haciendo le agrada o no a DIOS.  Siempre podremos apelar a la profunda e infinita compasión de DIOS, vía los méritos alcanzados por nuestro Señor Jesucristo en el Monte Calvario; pero podremos ahorrarnos también mucho sufrimiento si hacemos las cosas bien desde el principio y no nos desviamos del sendero que DIOS ha establecido para nosotros.
El reconocimiento de nuestros errores es el primer paso hacia la transformación de nuestras vidas, pues ¿cómo hemos de corregir lo que pensamos que estamos haciendo bien?
Busquemos siempre la dirección de DIOS por medio de Su Palabra. Nosotros, que no sabemos lo que nos depara el futuro y desconocemos los detalles del plan de DIOS para nuestras vidas debemos acudir a DIOS con la convicción de que ÉL nos va a sacar del atolladero y nos va a restaurar a nuestra condición segura.
El Señor, que conoce nuestros corazones, actuará en función de nuestra fe. Recuerda que nuestra existencia es un efímero suspiro que jamás regresa y aprovecha todo momento de tu existencia para estar en sintonía con DIOS y gozar de Su profundo amor.

ORACIÓN: Padre Celestial. Pongo a Tus pies mi pesada carga que ha ido creciendo debido a mis errores cometidos. Sé que todos éstos, no son de Tu agrado. Ayúdame Señor. Busco Tu dirección a través de Tu Palabra. Abre mi mente y corazón para comprender Tus enseñanzas, acompañame y no me dejes caer en tentación. Te lo pido en el nombre de Cristo, amén.

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