domingo, 16 de agosto de 2015

PRUEBAS Y DIFICULTADES

DIOS no se olvida de nosotros…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria   
PRUEBAS Y DIFICULTADES
SANTIAGO 1:2-3 "Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando estén pasando por diversas pruebas. Bien saben que, cuando su fe es puesta a prueba, produce paciencia."
A veces nos resulta difícil creer que DIOS es bueno y misericordioso.
Allá por el 1800, una señora y su pequeño hijo iban atravesando el oeste de Montana en una diligencia. El frío era tan intenso, que la señora comenzó a caer en ese estado de semi-inconciencia que precede a la muerte. Al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, el conductor paró la diligencia, tomó al pequeño, lo envolvió para que estuviera bien abrigado, y lo puso debajo del asiento. Luego alzó a la madre, la bajó, la dejó en el medio del camino, y, sin decir una palabra, retomó lentamente su marcha. Inmediatamente la madre reaccionó saliendo de su letargo, y comenzó a correr detrás de la diligencia, gritando por su pequeño. Cuando el conductor estuvo seguro que la sangre de la madre estaba otra vez circulando bien por su cuerpo, detuvo la marcha, la dejó subir, y continuó su camino.
No sabemos si esa mujer llegó a darse cuenta de lo que el conductor hizo por élla. Pero lo que si podemos afirmar es que cuándo DIOS permite que Sus hijos pasen por dificultades, rara vez creemos que esas dificultades provienen de ÉL. Por el contrario, la mayoría de las veces asumimos que DIOS se ha olvidado de nosotros y nos ha vuelto la espalda.  
La verdad es que DIOS, quien envió a Su Hijo a salvarnos, nunca se olvida de nosotros. ÉL siempre se preocupa y se ocupa de Sus hijos, aún cuando estemos pasando por momentos o circunstancias difíciles. Por eso es que podemos estar seguros que cada dolor o problema que tenemos que enfrentar, puede ser usado por el Espíritu Santo para acercarnos a nuestro Señor; razón por la cual podemos atrevernos a decir que, si nuestra fe se está entibiando, o si estamos comenzando a dormirnos espiritualmente, no nos sorprendamos si DIOS detiene la diligencia y nos hace correr detrás de la carreta por el camino. Si eso sucede, antes de enojarnos con DIOS, pensemos que quizás nos está salvando la vida.
ORACIÓN: Amado Señor, Perdóname porque muchas veces no me doy cuenta de lo mucho que te ocupas de mí. Te pido que tu Espíritu Santo use aún las circunstancias más difíciles de mi vida para acercarme más a Tí. Ayúdame a confiar en la inmensa gracia y bondad que me has mostrado en el sacrificio de Tu hijo Jesucristo. En Su nombre. Amén.


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