¡¡CUIDADO!!
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Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
CUANDO NO SE ESCUCHA A DIOS
GÉNESIS 3:3 "Pero, en cuanto al
fruto del árbol que está en medio del jardín, DIOS nos ha dicho: 'No coman de
ese árbol, ni lo toquen; de lo contrario, morirán.'"
El pasaje de hoy ofrece una imagen de lo
que sucede cuando los creyentes no escuchan a DIOS. Eva conocía muy bien el mandamiento del Señor,
que lo repitió casi literalmente a la serpiente. No obstante, el orgullo y los apetitos
carnales se apoderaron de élla, y fue engañada. Dejó de escuchar a DIOS, y abrió
sus oídos a la voz equivocada.
Piensa en las tantas voces que oímos en un día cualquiera. Los medios de
comunicación, las vallas publicitarias y hasta los amigos y los familiares nos
bombardean la mente con ideas y filosofías.
Oímos mensajes vanos e impíos envueltos en un lenguaje atractivo.
Es fácil ser presa del engaño, a menos que tengamos siempre frente a los ojos y
el corazón los preceptos bíblicos.
Eva se metió en problemas, sencillamente porque se detuvo mucho
tiempo escuchando las palabras de la serpiente. Satanás modificó lo
suficiente de quién era DIOS de tal modo que pudo tentarla, alejarla de la
verdad y llevarla al error. Le aseguró a Eva que, en vez de caer muerta, llegaría a ser como
DIOS: ¡sus ojos se le abrirían, y conocería la verdad!
En cierto sentido, las palabras del diablo eran correctas, pero
falsas. Los ojos de Eva fueron abiertos, pero el conocimiento no fue tan maravilloso
como insinuó la serpiente. Eva tuvo conciencia de su naturaleza pecaminosa y del
abismo que se había formado entre élla y DIOS. Además, su cuerpo físico sufriría
la muerte como consecuencia de su pecado.
Cuando seguimos una conducta similar a
la de Eva, lo que en realidad decimos a DIOS es: «Muchísimas gracias por Tu consejo,
pero haré las cosas a mi manera, y no como Tú quieres». Quizá no expresamos
precisamente estas palabras, pero nuestras acciones reflejan ese mensaje. Debemos
ser cuidadosos de cómo respondemos a la voz de DIOS. ÉL anhela que lo busquemos
y le permitamos poner en nuestra mente Sus pensamientos, para que podamos decidir
correctamente.
Cuídate de los mensajes que desean captar tu atención. Satanás,
que es tan astuto hoy como cuando estuvo en el Edén, adorna al engaño para que suene
a verdad. Pero el maligno miente cuanto habla (Juan 8.44). Más bien, debes estar
en sintonía con DIOS y con Su Palabra porque solo ÉL dice la verdad.
Si deseas evitarte muchas frustraciones,
fracasos y pesares, sé obediente y pide fortaleza para seguir el consejo
divino.
ORACIÓN: Padre Celestial, reconozco que muchas veces vivo según mis criterios y me
dejo guiar sólo por mis impulsos o por voces que me animan a hacer mi propia
voluntad; me arrepiento de no haber seguido Tu consejo. Te pido que sea llen@
del conocimiento pleno, profundo y claro de Tu voluntad para sujetarme a Tu
Palabra y ponerla en práctica. En Cristo Jesús. Amén.
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