domingo, 2 de febrero de 2014

¿EN QUIEN PONES TU CONFIANZA?

Aumenta mi fe…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¿EN QUIEN PONES TU CONFIANZA?
SALMOS 56:4 “… confío en DIOS y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal?”
Etty Hillesum era una joven judía que vivía en Ámsterdam en 1942. En aquel tiempo, los nazis estaban arrestando judíos y enviándolos como a ganado a los campos de concentración. Mientras esperaba un arresto inevitable y sintiendo temor a lo desconocido, empezó a leer la Biblia, y conoció a Cristo. Simplemente puso su mano en la mano de DIOS y encontró un valor que la dejó sorprendida.
Entonces escribió en su diario: “Desde todos los ángulos nos viene la destrucción y pronto se cerrará el círculo y absolutamente nadie podrá venir en nuestro auxilio. Pero no siento que estoy en las garras de nadie. Me siento segura en los brazos de DIOS. Y ya sea que esté sentada en mi viejo y querido escritorio en el distrito judío, o en un campo de concentración bajo la vigilancia de los guardias, me sentiré segura en los brazos de DIOS. Porque una vez  que has empezado a andar con DIOS, sólo necesitas seguir caminando con ÉL, y toda la vida se convierte en una larga y maravillosa caminata.”
Etty Hillesum era una imagen viva y genuina de la declaración del salmista: “confío en DIOS y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal? ” ¡Qué poderoso aliento para una persona llena de temor!
El apóstol Pablo, también producto de su propia experiencia, muchos siglos después escribió en su carta a los Romanos: “¿Qué, pues, diremos a esto? Si DIOS es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31).
Lamentablemente en ocasiones nos olvidamos de DIOS y ponemos nuestra confianza en alguna persona, a la cual consideramos capacitada para ayudarnos a resolver nuestro problema. En este aspecto la Biblia nos advierte de la siguiente manera: Así dice el Señor: «¡Maldito el hombre que confía en el hombre! ¡Maldito el que se apoya en su propia fuerza y aparta su corazón del Señor!  Será como una zarza en el desierto: no se dará cuenta cuando llegue el bien. Morará en la sequedad del desierto,  en tierras de sal, donde nadie habita.» Bendito el hombre que confía en el Señor, y pone su confianza en El. Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto.»  Jeremías 17:5-8. 
¿Acaso te encuentras en una situación que te llena de temor? ¿Sientes que no puedes hacer nada para defenderte? Medita en esta enseñanza y confía plenamente en el DIOS todopoderoso. ÉL no le falló a David, ni al apóstol Pablo, ni a Etty Hillesum, ni te va a fallar a tí si tú pones en ÉL toda tu confianza.

ORACIÓN: Bendito Padre celestial, confieso que me agobian las circunstancias, tengo miedo y no sé qué hacer. Por favor, aumenta mi fe para que yo pueda confiar totalmente en Tí, y con toda seguridad declarar que si Tú eres por mí entonces no hay nada ni nadie que pueda hacerme daño. En el nombre de Jesucristo, Amén.

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