¡¡AYÚDAME SEÑOR…!!
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Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
FORTALEZA A TRAVÉS
DE LA DEBILIDAD
Charles Stanley
2a CORINTIOS 12:9-10 “El Señor me ha dicho: «Mi amor
es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra plenamente en la debilidad.»
Así que prefiero gloriarme de ser débil, para que repose sobre mí el poder de
Cristo.”
Nuestra cultura valoriza
la independencia y la capacidad personal, pero ve a la debilidad como un
defecto. Sin embargo, el concepto bíblico es exactamente lo contrario: la
Biblia enseña que cuando reconocemos nuestra falta de fuerzas, nos volvemos más
agudamente conscientes de nuestra necesidad de DIOS.
Por desgracia, nuestra
tendencia es tratar de vivir con nuestras propias fuerzas y capacidades, hasta
que nos encontramos con un obstáculo demasiado grande. En ese punto, usualmente
queremos hacer uso del poder de DIOS, pero sólo hasta que la situación comience
a mejorar. Una vez que ésto sucede, generalmente volvemos a la confianza en
nosotros mismos. El Señor quiere que dependamos totalmente de Él en todo
momento.
Como sabemos, todos
tenemos puntos débiles, y el apóstol Pablo no era una excepción. En el pasaje
de hoy leemos que él estaba consciente del “aguijón” que lo afligía siempre. La
Biblia no nos dice si se trataba de un problema físico, de una lucha contra la
tentación o de alguna otra debilidad. Lo que sí sabemos es que Pablo oró
fervientemente para que le fuera quitado. Pero el Señor decidió dejar que se
mantuviera esa molestia. Increíblemente, el apóstol respondió con gozo en
cuanto a la dificultad que había rogado al Señor que se lo quitara.
Entendió que el Señor
había convertido un problema en una revelación gloriosa: la
deficiencia de Pablo se convirtió en el medio que DIOS utilizó para mostrar su
admirable poder. El aguijón tenía un propósito: era una “inmunización”
para protegerlo del orgullo. El Espíritu Santo había impactado tanto al mundo
por medio de Pablo, que éste podría fácilmente exaltarse a sí mismo. Pero la
falta de humildad habría tenido un efecto negativo en su ministerio.
¿Preferiríamos que nos
fuera quitado nuestro “aguijón”? Humanamente hablando, ¡claro que sí! Pero
podemos tener la confianza de que, no importa nuestras circunstancias, nuestro
amoroso Padre Celestial está creando algo maravilloso en nuestras vidas.
Nuestra respuesta a la dificultad y a la debilidad debe ser: “Señor, ¿qué estás
tratando de enseñarme en esta situación?”
ORACIÓN:
Padre Celestial, gracias te doy por el día que me das y porque Tú estás
permanentemente a mi lado y siento Tu presencia… gracias Señor. Ayúdame Señor a
sobrellevar mis dificultades y debilidades… Te lo ruego en el nombre de Cristo,
amén.
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