El Mensaje de
DIOS.
Comparte esta
meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
EL TRIUNFO SOBRE LA AUTOSUFICIENCIA
2a CORINTIOS 12:9 “… 9 pero el Señor me ha dicho: «Mi amor es todo lo
que necesitas; pues mi poder se muestra plenamente en la debilidad.» Así
que prefiero gloriarme de ser débil, para que repose sobre mí el poder de
Cristo.”
En muchas culturas modernas, la autosuficiencia
es apreciada. La gente aplaude la historia de los hombres que salen adelante por
sí mismos. A muchas personas no les gusta reconocer la necesidad que tienen de
la ayuda de DIOS o de otras personas, ya que una actitud de autosuficiencia parece
ser mucho más impresionante. En una palabra, el problema es el orgullo. La adversidad
golpea al orgullo.
Pablo escribió que tenía muchas razones
para ser arrogante: buena genealogía, educación, fervor religioso, etc.
(Filipenses 3:5, 6). Aún después de su conversión, tuvo muchas oportunidades para
alardear. DIOS lo había llamado expresamente a llevar el evangelio a los gentiles.
Pero el Señor le dio también un "aguijón en la carne", una dificultad
tan grande, que necesitaba ayuda espiritual permanente para enfrentarla. Este era
el alfiler que hacía estallar el balón de orgullo del apóstol Pablo; lo mantenía
tan lleno de agujeros que no podía volver a inflarlo.
DIOS usa la adversidad de manera muy
parecida en nuestras vidas. Nos encontramos en una situación que no podemos manejar.
Así que tratamos de manejarla solos, pero no pasa nada. Es entonces cuando DIOS
ofrece su suficiencia, poder y dirección. Quienes se someten a ÉL hallan nuevas
fuerzas, ya que su poder está en ellos.
La autosuficiencia no es ningún trofeo;
es una trampa. Es por eso que el mensaje de DIOS es lo contrario a lo que el mundo
pregona con tanta fuerza. Quienes quieran vencer la adversidad, deben sacrificar
su seguridad en sí mismos, y depender de ÉL. Fuimos creados para depender de DIOS
en todo. Separados de ÉL “nada podemos hacer”, afirmó Jesús en
Juan 15:5.
Cuando somos
débiles, su Espíritu nos hace fuertes. Somos
verdaderamente fuertes cuando somos capaces de reconocer lo débiles que somos.
ORACIÓN: Padre Santo, te ruego escudriñes lo profundo de mi
corazón y quita de mí toda altivez, soberbia y autosuficiencia que me separan
de Tí. Te pido que pongas en mi corazón un espíritu de humildad y sumisión, y
ayúdame a andar en este mundo del modo que sea agradable a Tí. En el nombre de Jesús, amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario