domingo, 1 de octubre de 2017

NUEVO, POR DENTRO Y POR FUERA

Sólo DIOS puede hacernos nuevos.
Comparte esta meditación
Bendiciones,
Enio
NUEVO, POR DENTRO Y POR FUERA
Nuestro Pan Diario
JUAN 3:3 “… el que no naciere de nuevo,
no puede ver el reino de DIOS”
Hace unos años, una editorial cometió un gran error. Un libro había estado en el mercado durante años, y era hora de reestructurarlo. El autor lo reescribió para actualizarlo, pero cuando se publicó, hubo un problema. La editorial colocó una portada nueva hermosa, pero en su interior, estaba impreso el texto viejo.
El exterior era nuevo, pero el interior seguía viejo y desactualizado. Esa «reimpresión» no era nueva en absoluto.
A veces, cosas así les ocurren a las personas. Se dan cuenta de que necesitan un cambio de vida, ya que las cosas van en la dirección equivocada. Entonces, muestran una nueva apariencia, pero sin un cambio radical en su corazón. Se esfuerzan por cambiar su conducta, pero olvidan que solo DIOS puede cambiar el interior.
En Juan 3, Nicodemo percibió que JESÚS ofrecía algo muy diferente porque venía «de DIOS» (v.2). Lo que JESÚS le dijo le permitió comprender que ÉL ofrecía nada menos que un nuevo nacimiento (v.4). Nicodemo necesitaba «nacer de nuevo» para ser hecho totalmente una nueva persona (v.7).
Este cambio sólo se produce por la fe en CRISTO JESÚS. En ese momento, «las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas» (2 Corintios 5:17).
¿Necesitas un cambio? Pon tu fe en JESÚS. Sólo ÉL cambia tu corazón y hace todo nuevo. — Dave Branon
OREMOS: Señor, renueva mi interior. En Tu Nombre, amén.

Jesús y Nicodemo

1Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, dignatario de los judíos. Éste vino a Jesús de noche y le dijo: —Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
Le respondió Jesús: —De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le preguntó: —¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?
Respondió Jesús: —De cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: “Os es necesario nacer de nuevo.” El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo aquel que nace del Espíritu.
13 Nadie subió al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo. 14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado, 15 para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.

De tal manera amó Dios al mundo

16 »De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.


No hay comentarios: