¿Estás preparado para estar
delante de DIOS y rendirle cuenta de tu vida?
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meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
RESPONSABLES
ANTE EL SEÑOR
Ministerios En Contacto
MATEO 25:22-23 “22 Después llegó el empleado que había recibido las dos mil
monedas, y dijo: “Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil que
gané.” 23 El jefe le dijo: “Muy
bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a
cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.””(DHH)
En la parábola de los talentos, un amo dio a
tres siervos tareas para hacer durante su ausencia, junto con los recursos para
realizarlas. Cuando regresó, les pidió cuentas de lo que habían hecho.
De esta parábola podemos deducir varios
principios acerca de la vida cristiana. Primero, DIOS nos ha escogido para que
seamos sus siervos. Segundo, nos ha dado un trabajo para hacer y los recursos y
capacidades que necesitaremos para realizarlo. Algunos son trabajos que todos
los cristianos debemos llevar a cabo, y otros están relacionados
específicamente con nuestras habilidades personales. Por último, el Señor
bendice a quienes le obedecen. Satisfecho por la obediencia de dos de sus
siervos, el amo los recompensó según el caso. Asimismo, a nosotros se nos ha
prometido una recompensa celestial por nuestro servicio fiel.
Ser buenos administradores de lo que DIOS nos
ha confiado es un asunto serio. ÉL quiere que invirtamos en Su reino, en vez de
invertir en los asuntos terrenales. Tú puedes estarte preguntando en cuanto al tercer
servidor, que no hizo nada con su talento y fue expulsado de la presencia de su
amo. Éssto no puede suceder con los creyentes, porque hemos sido adoptados
permanentemente en la familia de DIOS. Pero el Señor sí nos hará responsables
por cualquier desobediencia que cometamos.
Por medio de CRISTO, tenemos todo lo que necesitamos para la vida y la
piedad (devoción): “El llamamiento de Dios y sus exigencias 3 Dios, por
su poder, nos ha concedido todo lo que necesitamos para la vida y la devoción,
al hacernos conocer a aquel que nos llamó por su propia grandeza y sus obras
maravillosas.” (2 Pedro 1:3). Con la ayuda de Su Espíritu,
podemos llevar a cabo el plan de DIOS. ¿Anhelas obedecer al Señor JESÚS por
sobre todas las cosas? ¿Estás preparado para estar delante de ÉL y rendirle
cuenta de tu vida?
OREMOS: Padre Celestial. Todo, absolutamente
todo es tuyo y te pertenece, yo soy un administrador de lo que me has dado:
salud, familia, trabajo, estudios, ropa, las comodidades que tenemos, etc...
Ayúdame, a través de Tu Espíritu Santo, a ser un buen administrador y que todas
las cosas que haga sean de Tu agrado. Te lo pido en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, amén.
La parábola de los talentos
14 »Sucederá también con el
reino de los cielos como con un hombre que, estando a punto de irse a otro
país, llamó a sus empleados y les encargó que le cuidaran su dinero. 15 A uno de ellos le entregó
cinco mil monedas, a otro dos mil y a otro mil: a cada uno según su capacidad.
Entonces se fue de viaje. 16 El empleado
que recibió las cinco mil monedas hizo negocio con el dinero y ganó otras cinco
mil monedas.17 Del mismo
modo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. 18 Pero el que recibió mil fue
y escondió el dinero de su jefe en un hoyo que hizo en la tierra.
19 »Mucho tiempo después volvió
el jefe de aquellos empleados, y se puso a hacer cuentas con ellos. 20 Primero llegó el que había
recibido las cinco mil monedas, y entregó a su jefe otras cinco mil,
diciéndole: “Señor, usted me dio cinco mil, y aquí tiene otras cinco mil que
gané.”21 El jefe le
dijo: “Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco,
te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.” 22 Después llegó el empleado
que había recibido las dos mil monedas, y dijo: “Señor, usted me dio dos mil, y
aquí tiene otras dos mil que gané.” 23 El jefe le
dijo: “Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco,
te pondré a cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.”
24 »Pero cuando llegó el
empleado que había recibido las mil monedas, le dijo a su jefe: “Señor, yo
sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no sembró y recoge donde
no esparció. 25 Por eso tuve
miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Pero aquí tiene lo que es suyo.” 26 El jefe le contestó: “Tú
eres un empleado malo y perezoso, pues si sabías que yo cosecho donde no sembré
y que recojo donde no esparcí, 27 deberías haber
llevado mi dinero al banco, y yo, al volver, habría recibido mi dinero más los
intereses.” 28 Y dijo a los
que estaban allí: “Quítenle las mil monedas, y dénselas al que tiene diez mil.29 Porque al que tiene, se le
dará más, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se
le quitará. 30 Y a este
empleado inútil, échenlo fuera, a la oscuridad. Entonces
vendrán el llanto y la desesperación.”
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