viernes, 24 de agosto de 2018

ESPERANZA EN MEDIO DEL SUFRIMIENTO

Nuestro dolor no es en vano.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
ESPERANZA EN MEDIO DEL SUFRIMIENTO
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** Leer 2a Corintios 12:7-10
2a CORINTIOS 12:10 “Y me alegro también de las debilidades,
los insultos, las necesidades, las persecuciones y las dificultades
que sufro por Cristo, porque cuando más débil me siento
es cuando más fuerte soy.
Todos pasamos por momentos angustiosos en la vida. Pero, como hijos de DIOS, podemos animarnos con la seguridad de que nuestro dolor no es en vano.
Algunas veces, nuestro dolor es para el beneficio eterno de otros; DIOS lo usa para revelar la autenticidad de nuestra fe, para que otros puedan verla y ser atraídos a Su Hijo: Porque la fe de ustedes es como el oro: su calidad debe ser probada por medio del fuego. La fe que resiste la prueba vale mucho más que el oro, el cual se puede destruir. De manera que la fe de ustedes, al ser así probada, merecerá aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo aparezca.” (1 Pedro 1:7) (DHH). Según la manera en que respondemos ante la adversidad, nuestra fe en CRISTO se vuelve visible para quienes nos rodean. Los creyentes cobrarán ánimo, y los interesados en los asuntos espirituales nos harán preguntas sobre nuestra fe.
Otras veces, DIOS usa las pruebas para enseñarnos a obedecer; Hebreos 5:8 nos dice que aún “nuestro Salvador aprendió la obediencia por lo que sufrió”.
Otro propósito de las dificultades es ampliar nuestro ministerio. El encarcelamiento del apóstol Pablo le permitió ministrar entre los guardias, lo que resultó en la salvación de muchos.
Las dificultades pueden ser la herramienta del SEÑOR para evitar que suceda un problema, como la dolencia de Pablo, no identificada, que impedía que se volviera orgulloso. Cuando la desobediencia amenaza nuestro andar con DIOS, ÉL tomará las medidas necesarias para que volvamos a ÉL. El SEÑOR puede permitir que una necesidad permanezca insatisfecha o que perdamos algo que apreciamos. Su plan es que confesemos nuestro pecado y volvamos a ÉL.
Puede que no sepamos las razones para nuestros sufrimientos, pero la elección más sabia que podemos tomar es confiar en el Padre Celestial. Después de todo, Aquel que nos salvó mediante el sacrificio de Su Hijo, ha prometido usar nuestro sufrimiento para producir bien: Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito” (Romanos 8:28).
OREMOS: Padre Celestial. Gracias por las pruebas que estoy pasando pero confío en Tu ayuda, mi Señor.
En el nombre de Cristo, amén.
**Leer 2 Corintios 12:7-10
Por eso, para que yo no me crea más de lo que soy, he tenido un sufrimiento, una especie de espina clavada en el cuerpo, que como un instrumento de Satanás vino a maltratarme. Tres veces le he pedido al Señor que me quite ese sufrimiento; pero el Señor me ha dicho: «Mi amor es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra plenamente en la debilidad.» Así que prefiero gloriarme de ser débil, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Y me alegro también de las debilidades, los insultos, las necesidades, las persecuciones y las dificultades que sufro por Cristo, porque cuando más débil me siento es cuando más fuerte soy.
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