miércoles, 24 de febrero de 2021

CUANDO NO ENTENDEMOS

DIOS prometió estar junto con nosotros.

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Bendiciones,

Enio

Meditación Diaria

CUANDO NO ENTENDEMOS

**Leer JOB 23

 

JOB 23:10 Mas él conoce mi camino: si me prueba, saldré como el oro

 

Desde una edad muy temprana, los niños preguntan: ¿Por qué? Dicha búsqueda de razones no es algo que se pierda con la edad. Como adultos, sobre todo durante los tiempos de oscuridad cuando no podemos entender lo que el SEÑOR está haciendo, tendemos a pensar: Si pudiera saber por qué, entonces sería más fácil de soportar.

En su sufrimiento extremo, Job experimentó dolor y frustración por el silencio de DIOS. Anhelaba presentar su caso y escuchar lo que el SEÑOR le diría. Pero incluso cuando el SEÑOR no respondió de inmediato, Job se aferró a ÉL y confió en lo que sabía que era verdad: Mas él conoce mi camino: si me prueba, saldré como el oro (Job 23:10).

Al igual que Job, nosotros debemos encauzar nuestras emociones y respuestas a través de la verdad de la Palabra de DIOS. De lo contrario, podríamos sentirnos tentados a dudar de la bondad y del amor de nuestro PADRE Celestial, ya que no son fácilmente visibles en medio del dolor y los problemas.

Pero si confiamos en lo que las Sagradas Escrituras revelan acerca del carácter y los caminos del SEÑOR, podemos soportar la aflicción con firmeza, tanto si ÉL nos explica el por qué como si no lo hace. Después de todo, DIOS nunca nos garantizó respuestas durante nuestro tiempo en este mundo, pero sí prometió estar con nosotros.

OREMOS: Gracias PADRE Celestial porque TÚ siempre prometiste que en todo momento tu estarás a nuestro lado. Porque al superar las pruebas saldremos brillantes y purificados como el oro después de pasar por los hornos. Gracias SEÑOR por las pruebas y muestras de Tu amor. En el nombre y amor de CRISTO JESÚS, amén.

**Leer JOB 23

JOB DEFIENDE SU CAUSA DELANTE DE DIOS

23 Respondió Job y dijo: «Hoy también hablaré con amargura, porque es más grave mi llaga que mi gemido. ¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iría hasta su morada, expondría mi causa delante de él y llenaría mi boca de argumentos. Yo sabría lo que él me respondiese y entendería lo que me dijera. ¿Contendería conmigo con la grandeza de fuerza? ¡No, sino que él me atendería! Allí el justo razonaría con él y yo escaparía para siempre de mi juez.

»Si me dirijo al oriente, no lo encuentro; si al occidente, no lo descubro. Si él muestra su poder en el norte, yo no lo veo; ni tampoco lo veo si se oculta en el sur. 10 Mas él conoce mi camino: si me prueba, saldré como el oro. 11 Mis pies han seguido sus pisadas; permanecí en su camino, sin apartarme de él. 12 Nunca me separé del mandamiento de sus labios, sino que guardé las palabras de su boca más que mi comida.

13 »Pero si él decide una cosa, ¿quién lo hará cambiar? Lo que desea, lo realiza. 14 Él, pues, llevará a término lo que ha decidido en cuanto a mí, y muchas cosas semejantes que tiene en su propósito. 15 Por eso, me espanto en su presencia; cuando lo considero, tiemblo a causa de él. 16 Dios ha enervado mi corazón; me ha aterrado el Omnipotente. 17 ¿Por qué no fui aniquilado por las tinieblas? ¿Por qué no fue cubierto por la oscuridad mi rostro?

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