¡GRACIAS A DIOS POR LAS MUESTRAS DE SU AMOR!
HOLA: MUCHAS GRACIAS POR TUS LÍNEAS DE ALIENTO Y TUS ORACIONES… ME
ENCUENTRO MUCHO MEJOR Y PRESTO A CONTINUAR CON LA MISIÓN RECIBIDA DE REMITIRTE DIARIAMENTE
LAS MEDITACIONES. DIOS MEDIANTE ESPERO
QUE NO TENGAMOS INTERRUPCIONES… ¡¡¡ASÍ QUE MANOS A LA OBRA!!!
TÚ el Alfarero, yo el
barro soy…
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meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
¿QUIÉN MOLDEA TU VIDA?
JEREMÍAS 18:1-6 “El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 2 «Baja a la casa del alfarero y allí te comunicaré un
mensaje.» 3 Yo, Jeremías, bajé y encontré al alfarero trabajando
el barro en el torno. 4 Cuando el objeto que estaba haciendo le salía mal,
volvía a hacer otro con el mismo barro, hasta que quedaba como él quería.
5 Entonces el Señor me dijo: 6 «¿Acaso no puedo hacer yo con ustedes, israelitas, lo
mismo que este alfarero hace con el barro? Ustedes son en mis manos como el
barro en las manos del alfarero. Yo, el Señor, lo afirmo. "
En su condición de alfarero, DIOS elimina aquellas cosas de nuestras
vidas que no le agradan, de la misma manera en que se eliminan las
irregularidades o las protuberancias del barro. En ocasiones el Señor aumenta la velocidad de “la rueda”, lo
cual probablemente nos hará sentir bajo una fuerte presión e incomodidad. Y
habrá veces en las que él considere necesario quebrantarnos y hacernos de
nuevo, cambiando nuestros patrones y actitudes con el fin de llevarnos en una
dirección totalmente diferente a la que llevábamos.
Como barro que somos, nuestra parte consiste en someternos totalmente
al propósito del Gran Alfarero. Nuestra responsabilidad es aceptar todos los
cambios planeados por DIOS, creyendo de todo corazón que sus planes son siempre
para nuestro bien, como afirma Jeremías 29:11.
Esto podemos hacerlo confiadamente pues estamos en las manos de DIOS,
las cuales son manos poderosas que rescataron al pueblo de Israel de la
esclavitud en Egipto, manos creativas que formaron el Universo, manos
cuidadosas que nos protegen de todo mal, manos proveedoras que suplen todas
nuestras necesidades, manos amorosas que enjugan toda lágrima de los ojos de
sus hijos, manos que fueron atravesadas por clavos para que nosotros pudiésemos
ser justificados y hechos nuevos.
A medida que nuestro Padre celestial nos va moldeando a cada uno de
nosotros nos iremos pareciendo cada vez más a Jesús y sentiremos en nuestros
corazones el deseo de imitar Su comportamiento mientras estuvo aquí en la
tierra, siendo ejemplos con nuestro testimonio para aquellos que se mueven a
nuestro alrededor, trayendo bendiciones sobre éllos y sobre nosotros y nuestras
familias.
Por el contrario, cuando ignoramos los preceptos divinos y permitimos
que el mundo nos moldee a su manera, conforme a sus principios y conceptos,
entonces el resultado es siempre desastroso. Un antiguo corito dice así: “Yo quiero ser, Señor amante, como el barro
en las manos del alfarero. Rompe mi vida, y hazla de nuevo. Yo quiero ser, yo
quiero ser... un vaso nuevo.”
Créelo con todo tu corazón y repítelo como una súplica al Gran
Alfarero, rindiendo a Él tu vida para que sea moldeada de acuerdo a los planes
que Él tiene para ti, que es hacerte conforme a la imagen de Su Hijo
Jesucristo.
ORACIÓN: Padre Celestial,
bendito alfarero de mi vida, me postro ante Tu trono de gracia para rogarte que
me moldees conforme a los planes que Tú tienes para mí. Ayúdame a ser dócil y
maleable para que puedas llevar a cabo Tu obra en mí sin que yo sea un
obstáculo. En el nombre de Jesús, Amén.
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