jueves, 23 de noviembre de 2017

LA CLAVE PARA SER VALIENTE

En lugar de rendirme ante el temor, confiaré en DIOS y oraré por valor.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA CLAVE PARA SER VALIENTE
El Aposento Alto
**Leer Números 13:26-33
NÚMEROS 13:26-28a “Al volver a Cadés, en el desierto de Parán, se presentaron ante Moisés y Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel, y les dieron la información y les mostraron los frutos de la tierra. 27 También les dijeron: 28 Pero la gente que habita esa tierra es fuerte, y las ciudades son muy grandes y fortificadas;…”
Mi corazón latía fuerte. No podía dormir. Señor, no puedo hacer ésto. A pesar de que desde hacía semanas me preparaba para hablar ante una conferencia de mujeres, mi confianza había desaparecido la noche antes del evento. ¿Y si me confundo? ¿Y si no les agrado?
Tuve que recordarme que DIOS me había llamado a hacer exactamente aquello que me daba temor. Oré pidiendo fe y valor para creer en que DIOS estaría ahí, cualquiera que fuese el resultado. El miedo es poderoso.
DIOS le dijo a Moisés que enviase unos hombres a investigar la tierra prometida de Canaán. Cuando los espías regresaron, afirmaron que de la tierra fluía leche y miel, pero al compararse con la gente fuerte que habitaba allí dijeron: «No podremos combatir contra esa gente».
¿Por qué le habrá pedido DIOS a Moisés que explorara 
aquella tierra? Tal vez, fue así para que creyeran que DIOS cumpliría su promesa más allá de lo que hubiesen visto. Solo éllos vencerían, pero los israelitas se negaban a creer en DIOS.
¿Dónde está nuestra fe cuando sentimos temor? O confiamos en que DIOS nos ayudará, o nos concentramos en nuestras deficiencias.
El secreto para tener valor reside en recordar
todo lo que el Señor ha obrado en nuestras vidas,
de modo que podamos salir adelante llenos de fe.
OREMOS: Eterno DIOS, cuando el temor ante una situación nos hace retroceder, recuérdanos que Tú eres capaz de hacer mucho más de lo que nos imaginamos. En el nombre de Cristo, amén.
Sra. Karen Foster (California, EE.UU.)
**Leer Números 13:26-33

Al volver a Cadés, en el desierto de Parán, se presentaron ante Moisés y Aarón y toda la congregación de los hijos de Israel, y les dieron la información y les mostraron los frutos de la tierra. 27 También les dijeron:28 Pero la gente que habita esa tierra es fuerte, y las ciudades son muy grandes y fortificadas; además, allí vimos a los hijos de Anac. 29 Los amalecitas habitan en el Néguev, los hititas, jebuseos y amorreos habitan en el monte, y los cananeos habitan junto al mar y en la ribera del Jordán.»30 Caleb pidió al pueblo que se callara delante de Moisés, y dijo: 31 Pero los que habían ido con él dijeron: 32 Además, entre los hijos de Israel hablaron mal de la tierra que habían explorado, y hasta dijeron: 33 Allí vimos también gigantes. Son los hijos de Anac, esa raza de gigantes. Ante ellos, a nosotros nos parecía que éramos como langostas; y a ellos también así les parecíamos.

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