jueves, 9 de noviembre de 2017

PIENSA ANTES DE HABLAR

Las palabras amables son como la miel: endulzan la vida y sanan el cuerpo.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
PIENSA ANTES DE HABLAR
Nuestro Pan Diario
SALMOS 141:3 “Señor, ponle a mi boca un guardián;
vigílame cuando yo abra los labios.”
 (DHH)
Cheung estaba enojado con su esposa por no haber verificado cómo llegar al restaurante donde querían cenar. La familia había planeado culminar sus vacaciones en Japón con una comida deliciosa antes de subir al avión. Ahora, ya era tarde y se perderían la cena. Frustrado, Cheung criticó a su esposa por su falta de planificación.
Más tarde, lamentó sus palabras. Había sido demasiado duro, y se dio cuenta de que no le había dado gracias a su esposa por los otros siete días tan bien organizados.
Muchos podemos identificarnos con Cheung. Nos vemos tentados a explotar cuando nos enojamos. Tenemos que orar como hizo el salmista: Señor, ponle a mi boca un guardián; vigílame cuando yo abra los labios.” (Salmo 141:3).
Pero ¿cómo podemos hacerlo? Aquí tienes una ayuda: piensa antes de hablar. ¿Tus palabras son buenas y útiles, cordiales y agradables?
(Ver Efesios 4:29-32: 29 No digan malas palabras, sino sólo palabras buenas que edifiquen la comunidad y traigan beneficios a quienes las escuchen. 30 No hagan que se entristezca el Espíritu Santo de Dios, con el que ustedes han sido sellados para distinguirlos como propiedad de Dios el día en que él les dé la liberación definitiva.  31 Alejen de ustedes la amargura, las pasiones, los enojos, los gritos, los insultos y toda clase de maldad. 32 Sean buenos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, como Dios los perdonó a ustedes en Cristo“)(DHH).
Para poner guarda a nuestra boca, es necesario que la mantengamos cerrada cuando estamos irritados y que busquemos la ayuda del Señor para decir las palabras correctas con el tono adecuado o, quizá, para callar. Controlar nuestras palabras es una labor de toda la vida. Pero, gracias a DIOS, ÉL nos ayuda y produce en nosotros «el querer como el hacer, por su buena voluntad» (Filipenses 2:13). — Poh Fang Chia
OREMOS: Señor, ayúdanos a pensar siempre antes de hablar.
 En Tu Nombre, amén.

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