domingo, 4 de agosto de 2019

¿QUIÉN TUVO LA CULPA?

El Señor quiere que cada persona se haga responsable por sus propias acciones.
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
¿QUIÉN TUVO LA CULPA?

GÉNESIS 3:11-13 "— ¿Y quién te ha dicho que estás desnudo?
—le preguntó DIOS—. ¿Acaso has comido del fruto del árbol
que yo te prohibí comer? -
Él respondió:— La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.
Entonces DIOS el Señor le preguntó a la mujer:  —¿Qué es lo que has hecho?-  —La serpiente me engañó, y comí —contestó ella."

El antiguo hábito de culpar a otros por nuestras faltas, fue usado por primera vez en el huerto del Edén. Cuando DIOS confrontó a Adán y a Eva por su desobediencia, éllos comenzaron a culpase entre sí. El SEÑOR no prestó atención a este débil intento de parecer inocentes ante SUS ojos, pues conocía la verdad, y es por éso que los disciplinó de acuerdo a lo que habían hecho.
Concentrémonos en analizar las acciones de la primera mujer creada. Eva culpó a la serpiente por haberla puesto en la posición de escoger entre obedecer la voluntad de DIOS o satisfacer sus propios deseos. Pero la realidad es que la serpiente no tenía el poder para hacerla menos fuerte o sabia. Élla conocía perfectamente las consecuencias de comer de este fruto de la sabiduría; sin embargo, escogió hacerlo de todas maneras.
Las palabras de la serpiente tentaron a Eva, pues su naturaleza humana le incitó hacia lo que se le había prohibido; pero no podemos afirmar que Satanás tuvo la culpa de que élla pecara.
DIOS responsabilizó a Eva por sus acciones y élla tuvo que pagar por su desobediencia. Es evidente que esta mujer perdió mucho al tomar esta decisión, y de nada le sirvió tratar de culpar a otros.
Tristemente, aún en nuestros días, muchos tratan de participar de este mismo juego de “tirarle la pelota a otro”. Algunos lo hacen para ocultar sus fracasos y otros para evitar las consecuencias de sus acciones.
Hay muchos que hasta se sienten mejor al culpar a otros
por sus errores. Pero sabemos que nada de ésto puede darnos
la misma satisfacción que sentimos
cuando obedecemos a nuestro PADRE CELESTIAL.
El SEÑOR quiere que cada persona se haga responsable por sus propias acciones. Cuando uno es tentado, el caer en esa tentación, es pecado. Nadie puede obligarnos a pecar, es por éso que debemos hacernos responsables por lo que hacemos.
OREMOS: PADRE nuestro, DIOS de amor. Perdóname cuando cometo algo negativo y le echo la culpa a otros. Ayúdame a vencer a la tentación. Gracias SEÑOR por las muestras de TU amor.
En el amor de  CRISTO JESÚS, amén.
Visita nuestra página web en la siguiente dirección:

No hay comentarios: