Nada ni nadie podrá hacernos daño...
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
DIOS ESTÁ PROTEGIÉNDONOS
JOSUÉ 1:9 “Yo soy quien te manda que tengas valor
y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y DIOS, estaré
contigo dondequiera que vayas."
En una ocasión una mujer se despertó al
escuchar un sonido muy extraño, parecía oír picotadas en la ventana. Se levantó y fue a ver lo que estaba
sucediendo. Vio entonces una mariposa revoloteando en la parte interior de la
ventana de cristal, nerviosamente yendo de un lado para el otro, mientras en el
exterior un gorrión picoteaba en el vidrio tratando de alcanzarla. La mariposa no veía la placa de vidrio y
esperaba ser cogida a cualquier momento pues veía al gorrión tan cerca, casi en
su cara, y estaba en total estado de pánico.
El gorrión persistía en sus intentos de devorar la mariposa, mientras
ésta continuaba aterrorizada tratando de huir, sin darse cuenta de que el
cristal la protegía de las malas intenciones del pájaro.
Ésto
es lo que a nosotros nos pasa cuando no entendemos que nuestra protección
proviene de nuestro Señor Jesucristo.
Nuestros enemigos podrían aprovecharse de nuestra ignorancia y trataran
de intimidarnos y atemorizarnos. Tenemos
que recordar que la presencia de DIOS está entre nosotros, Sus hijos, y el
peligro.
Muchas
veces nos sentimos angustiados, ansiosos y deprimidos por las adversidades de
este mundo. Las cosas no van bien y
parece que somos atacados por todos los lados.
No vemos salida para nuestras luchas y esperamos sucumbir en cualquier
momento.
¿Pero…cómo
es éso posible? ¿Y la promesa del Señor de auxiliarnos cuando clamamos? ¿Y Su
palabra diciendo que estaría con nosotros todos los días? ¿Y Su amor diciendo “No temas qué yo soy contigo?”
Entonces diré:
Si yo me siento tenso, debo confiar en el Señor.
Si las enfermedades están presentes, debo confiar en el Señor.
Si la soledad insiste en sentarse a mi lado, debo confiar en el Señor.
Si las nubes de lluvia se muestran oscuras y me amedrentan, debo confiar en
el Señor.
Luego, ÉL enviará un claro y brillante rayo de sol.
El
rey David a través de su propia experiencia en su relación con DIOS afirma en
el Salmo 91:1, “¡El que habita al abrigo del Altísimo,
morará bajo la sombra del Omnipotente!”.
Si vivimos bajo el abrigo de DIOS, buscando Su rostro diariamente
por medio de la oración y la lectura y meditación de Su Palabra y la
obedecemos, vamos a conocer y comprender aún más cuán grande es nuestro DIOS, y
estaremos seguros que podemos contar con Su protección, afirmando que nada ni nadie podrá hacernos daño... (Romanos 8:31).
Nuestro DIOS jamás nos
desampara. No necesitamos temer las
adversidades del camino, ÉL está protegiéndonos. Mucho más que el vidrio
de la ventana que protegía a la mariposa, el mal no podrá alcanzarnos. La mentira no podrá derribar la verdad y la
derrota jamás destruirá nuestra victoria en Cristo Jesús.
OREMOS: Padre Nuestro, gracias porque Tú permanentemente me proteges y me
bendices. Ayúdame para que mi
comportamiento
y todo lo que haga sea de Tu agrado.
Gracias por las muestras de Tu amor.
En Cristo Jesús, amén.
LECTURA
BIBLICA: Romanos 8:28-39
La obra salvadora de DIOS
28 Sabemos que DIOS dispone
todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de
acuerdo con su propósito. 29
A los que de antemano DIOS había conocido, los destinó
desde un principio a ser como su Hijo, para que su Hijo fuera el primero entre
muchos hermanos. 30 Y a los que DIOS destinó desde un principio,
también los llamó; y a los que llamó, los hizo justos; y a los que hizo justos,
les dio parte en su gloria.
31 ¿Qué más podremos decir?
¡Que si DIOS está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros! 32
Si DIOS no nos negó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por
todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos también, junto con su Hijo, todas las
cosas? 33 ¿Quién podrá acusar a los que DIOS ha escogido? DIOS es
quien los hace justos. 34 ¿Quién podrá condenarlos? Cristo Jesús es
quien murió; todavía más, quien resucitó y está a la derecha de DIOS, rogando
por nosotros. 35 ¿Quién nos podrá separar del amor de Cristo? ¿El sufrimiento,
o las dificultades, o la persecución, o el hambre, o la falta de ropa, o el
peligro, o la muerte violenta? 36 Como dice la Escritura: "Por
causa tuya estamos siempre expuestos a la muerte; nos tratan como a ovejas
llevadas al matadero."
37 Pero en todo esto salimos
más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Estoy
convencido de que nada podrá separarnos del amor de DIOS: ni la muerte, ni la
vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni
lo futuro, 39 ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de
las cosas creadas por DIOS. ¡Nada podrá separarnos del amor que DIOS nos ha
mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!
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