El amor de DIOS por nosotros se revela a través de
Jesús.
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meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
EL LLAMADO DE DIOS
Nuestro Pan Diario
1a JUAN 4:9 “En esto se mostró el amor de DIOS […] envió a
su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.” (RVR1995)
Una mañana, mi hija le dio su teléfono celular un momento a su
pequeño de once meses para que se entretuviera. Menos de un minuto después,
sonó mi teléfono, y cuando contesté, escuché su vocecita. De alguna manera,
había apretado el número de discado rápido para llamarme, y tuvimos una
conversación inolvidable. Mi nieto solo dice unas pocas palabras, pero conoce
mi voz y responde. Así que hablé con él y le dije cuánto lo amaba.
La alegría que sentí al escuchar la voz de mi nieto me
recordó el profundo deseo de DIOS de relacionarse con nosotros. Desde el
principio, la Biblia muestra cómo DIOS nos busca con afán. Cuando Adán y Eva
pecaron al desobedecer a DIOS y se escondieron de Él en el huerto, «el Señor DIOS llamó» a Adán (Génesis* 3:9).
DIOS siguió buscando a la humanidad a través de Jesús. Como
desea relacionarse con nosotros, envió a Jesús a la Tierra para pagar el
castigo de nuestro pecado al morir en la cruz. «DIOS
mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo […] como sacrificio para quitar
nuestros pecados» (1a Juan 4:9-10 NTV).
Qué bueno
es saber que DIOS nos ama y que quiere que respondamos a Su amor a través de
Jesús. Incluso cuando no sabemos bien qué decir, ¡nuestro Padre anhela escucharnos! James Banks (jb)
Nuestro Pan Diario <donotreply@email.rbc.org>
OREMOS: Padre, gracias por amarme y querer relacionarte conmigo.
En el nombre de Cristo, amén.
Leer: *Génesis 3:1-10
Desobediencia de Adán
y Eva
3 La
serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Jehová Dios había
hecho, y dijo a la mujer: — ¿Conque Dios os ha dicho: “No comáis de ningún
árbol del huerto”?
2 La mujer
respondió a la serpiente: —Del fruto de los árboles del huerto podemos comer, 3 pero
del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: “No comeréis de él,
ni lo tocaréis, para que no muráis.” 4 Entonces la serpiente
dijo a la mujer: —No moriréis. 5 Pero
Dios sabe que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos y seréis
como Dios, conocedores del bien y el mal.
6 Al ver la
mujer que el árbol era bueno para comer, agradable a los ojos y deseable para
alcanzar la sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el
cual comió al igual que ella. 7 Entonces fueron abiertos los
ojos de ambos y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Cosieron, pues, hojas
de higuera y se hicieron delantales.
8 Luego
oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el huerto, al aire del día; y
el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los
árboles del huerto. 9 Pero Jehová Dios llamó al
hombre, y le preguntó: — ¿Dónde estás?
10 Él
respondió: —Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo; por eso
me escondí.
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