martes, 6 de junio de 2017

LA CARRERA INCREÍBLE

Corremos la carrera por ese premio final de ser como Jesús.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA CARRERA INCREÍBLE
FILIPENSES 3:12-14 “No es que ya lo haya conseguido todo,
o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí.
Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya.
Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que DIOS ofrece
mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.”
         Hace unos años, la cadena de televisión CBS presentó un nuevo Reality Show [un programa que muestra situaciones que supuestamente son de la vida real], llamado «LA CARRERA INCREÍBLE». Diez equipos, de 2 personas cada uno, van corriendo por el mundo —por tren, autobús, avión o cualquier otro medio de transporte— desde un punto al siguiente, para recibir sus instrucciones para el siguiente desafío.  La clave está en llegar a un punto designado durante cada etapa antes que los demás. El último equipo en llegar a cada punto de llegada es eliminado.  La meta final es que un equipo gana un millón de dólares.
         Los seguidores de Jesús también se encuentran en una carrera que DIOS ha establecido para éllos. Deseamos correr fielmente, pero luego se dan las cosas de la vida: distracciones, decepciones, fracasos y sufrimientos. La vida tiende a hacer que tomemos desvíos no planeados.
         ¿Cómo podemos correr esta carrera para alcanzar la meta que DIOS ha establecido para nosotros?  El apóstol Pablo captó parte de la respuesta en Filipenses 3:12-14  “No es que ya lo haya conseguido todo,
o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí.  Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya.  Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que DIOS ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.” Necesitamos ser honestos. Pablo admitió que podía mejorar en su caminar cristiano.
         Como seguidores de Jesús vivimos con la constante tensión de quiénes somos y quiénes deseamos llegar ser en Jesús.  Estamos en proceso, avanzando en nuestra relación con ÉL.  Somos personas imperfectas que sirven a un Salvador perfecto, y ÉL nos da gracia para ser conformados a Su imagen.
         Debido a que estar en proceso es una carga, debemos olvidar el pasado y centrarnos en el futuro.  Pablo no permitió que sus fracasos y éxitos pasados evitaran su marcha hacia delante. Estaba convencido de que mirar atrás es una manera segura de impedir el avance.
         Así como los fracasos pasados nos pueden causar temor, los éxitos pasados nos pueden volver flojos.  Podemos avanzar a pesar de nuestros fracasos porque Jesús nos ha perdonado. Podemos avanzar a pesar de nuestros éxitos porque Jesús tiene nuevas montañas para que las escalemos.
         Corremos la carrera —no por un millón de dólares— sino por ese premio final de ser como Jesús. Todos anhelamos escuchar a nuestro Señor decir: «Bien hecho, mi siervo bueno y fiel. ¡Estás corriendo una carrera increíble. ¡Lo estás haciendo muy bien!» 

OREMOS: Mi DIOS y mi Señor.  Gracias por el día que me das y por las experiencias gozadas que son muestras de Tu amor. Ayúdame a correr esta carrera viendo en Tí el ejemplo a seguir y poder ser tu embajador por donde vaya. Por Cristo Jesús, amén.

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