domingo, 4 de junio de 2017

PROVOCACIÓN A LOS INSULTOS

Mantén salada tu sal y deja que tu luz brille mucho.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
PROVOCACIÓN A LOS INSULTOS
Nuestro Andar Diario
MATEO 5:11-12 "Dichosos ustedes, cuando la gente los insulte y los maltrate, y cuando por causa mía los ataquen con toda clase de mentiras.  Alégrense, estén contentos, porque van a recibir un gran premio en el cielo; pues así también persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes”.
         La estatua de Saddam Hussein cayó, y en unos cuantos segundos, una multitud de ciudadanos de Bagdad estaban encima de élla gritando y golpeando la imagen con los talones de sus zapatos y sandalias.
         Tal vez viste este acontecimiento por la TV en la primavera del año 2003.  Si es así, puede que te hayas preguntado por qué la gente se quitaba un zapato o los dos para hacer lo que hizo. 
         Ésta es la única razón: en el mundo árabe, golpear a alguien o algo con la base del zapato se considera un insulto supremo.  Para éllos, también es un gran insulto si golpean a alguien en la parte trasera del cuello.
         Toda región y cultura tienen sus propias acciones que son insultos grandes.  Por ejemplo, en el norte de África, no se debe tocar a nadie con la mano izquierda.  Éso es ofensivo.  Lo mismo es no dejar que un chofer de taxi te abra la puerta del auto en Japón.  Un gran insulto en algunas partes de América Latina es hacer lo que los americanos llaman el signo de okay (tocar la punta del dedo pulgar con la punta del dedo índice), o mostrar el dedo cordial estirado.
         Como puedes ver, la señal positiva de una persona puede ser un acto negativo ante los ojos de otra.  Puede ser fácil ofender a la gente en la tierra, sobre todo si eres sal y luz: "Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea.” (MATEO 5:13)
         "Ustedes son la luz de este mundo.  Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse.  Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa.  Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo.” (MATEO 5:14-16)
         Jesús dijo a sus discípulos que la gente los insultaría, los perseguiría y diría toda clase de mal contra ellos falsamente por causa de ÉL.  Las palabras y acciones que revelan Su justicia pueden ser ofensivas a los que viven en oscuridad, mejor dicho, a los que no conocen a DIOS.
         El apóstol Pablo escribió: "Porque nosotros somos como el olor del incienso que Cristo ofrece a DIOS, y que se esparce tanto entre los que se salvan como entre los que se pierden.  Para los que se pierden, este incienso resulta un aroma mortal, pero para los que se salvan, es una fragancia que les da vida… (2ª CORINTIOS 2:15-16).
         Tener el aroma de incienso es ofensivo para los que se pierden y éllos te pueden insultar.  Sin embargo, nosotros no tenemos otra opción más que decir palabras veraces y hacer gestos amables que revelen a Jesús a un mundo caído.  Mantén salada tu sal y deja que tu luz brille mucho. 

OREMOS: Señor, pase lo que pase, permite que yo sea siempre sal y luz de acuerdo con Tu Palabra.  En nombre de Cristo Jesús.  Amén.

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