Mantén salada
tu sal y deja que tu luz brille mucho.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
PROVOCACIÓN A LOS INSULTOS
Nuestro Andar
Diario
MATEO 5:11-12 "Dichosos
ustedes, cuando la gente los insulte y los maltrate, y cuando por causa mía los
ataquen con toda clase de mentiras.
Alégrense, estén contentos, porque van a recibir un gran premio en el
cielo; pues así también persiguieron a los profetas que vivieron antes que
ustedes”.
La
estatua de Saddam Hussein cayó, y en unos cuantos segundos, una multitud de
ciudadanos de Bagdad estaban encima de élla gritando y golpeando la imagen con
los talones de sus zapatos y sandalias.
Tal
vez viste este acontecimiento por la TV en la primavera del año 2003. Si es así, puede que te hayas preguntado por
qué la gente se quitaba un zapato o los dos para hacer lo que hizo.
Ésta
es la única razón: en el mundo árabe, golpear a alguien o algo con la base del
zapato se considera un insulto supremo.
Para éllos, también es un gran insulto si golpean a alguien en la parte
trasera del cuello.
Toda
región y cultura tienen sus propias acciones que son insultos grandes. Por ejemplo, en el norte de África, no se
debe tocar a nadie con la mano izquierda.
Éso es ofensivo. Lo mismo es no
dejar que un chofer de taxi te abra la puerta del auto en Japón. Un gran insulto en algunas partes de América
Latina es hacer lo que los americanos llaman el signo de okay (tocar la punta
del dedo pulgar con la punta del dedo índice), o mostrar el dedo cordial
estirado.
Como
puedes ver, la señal positiva de una persona puede ser un acto negativo ante
los ojos de otra. Puede ser fácil ofender
a la gente en la tierra, sobre todo si eres sal y luz: "Ustedes son la sal
de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su
sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la
pisotea.” (MATEO 5:13)
"Ustedes son la luz de este
mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro
no puede esconderse. Ni se enciende una
lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que
alumbre a todos los que están en la casa.
Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente,
para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en
el cielo.” (MATEO 5:14-16)
Jesús
dijo a sus discípulos que la gente los insultaría, los perseguiría y diría toda
clase de mal contra ellos falsamente por causa de ÉL. Las palabras y acciones que revelan Su
justicia pueden ser ofensivas a los que viven en oscuridad, mejor dicho, a los
que no conocen a DIOS.
El
apóstol Pablo escribió: "Porque nosotros somos como el olor del incienso
que Cristo ofrece a DIOS, y que se esparce tanto entre los que se salvan como
entre los que se pierden. Para los que
se pierden, este incienso resulta un aroma mortal, pero para los que se salvan,
es una fragancia que les da vida…“ (2ª CORINTIOS 2:15-16).
Tener
el aroma de incienso es ofensivo para los que se pierden y éllos te pueden
insultar. Sin embargo, nosotros no
tenemos otra opción más que decir palabras veraces y hacer gestos amables que
revelen a Jesús a un mundo caído. Mantén
salada tu sal y deja que tu luz brille mucho.
OREMOS: Señor, pase lo que pase, permite que yo sea siempre sal y luz de
acuerdo con Tu Palabra. En nombre de
Cristo Jesús. Amén.
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