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Enio
Meditación Diaria
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DEPENDENCIA DE DIOS
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2ª REYES 19:9-20” Allí el rey de Asiria oyó decir que el
rey Tirhaca de Etiopía había emprendido una campaña militar contra él. Una vez
más, el rey de Asiria envió embajadores al rey Ezequías de Judá, 10 a decirle: «Tu Dios, en
el que tú confías, te asegura que Jerusalén no caerá en mi poder; pero no te
dejes engañar por él. 11 Tú
has oído lo que han hecho los reyes de Asiria con todos los países que han
querido destruir. ¿Y te vas a salvar tú? 12 ¿Acaso los dioses salvaron a los otros pueblos que
mis antepasados destruyeron: a Gozán, a Harán, a Résef, y a la gente de
Bet-edén que vivía en Telasar? 13 ¿Dónde
están los reyes de Hamat, de Arpad, de Sefarvaim, de Hená y de Ivá?»
14 Ezequías tomó la carta que le
entregaron los embajadores, y la leyó. Luego se fue al templo y, extendiendo la
carta delante del Señor, 15 oró
así: «Señor, Dios de Israel, que tienes tu trono sobre los querubines: tú solo
eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú creaste el cielo y la tierra. 16 Pon atención, Señor, y escucha. Abre tus ojos,
Señor, y mira. Escucha las palabras que Senaquerib mandó decirme, palabras
todas ellas ofensivas contra ti, el Dios viviente. 17 Es cierto, Señor, que los reyes de Asiria han
destruido las naciones y sus tierras, 18 y que han echado al fuego sus dioses, porque en
realidad no eran dioses, sino objetos de madera o de piedra hechos por el
hombre. Por eso los destruyeron. 19 Ahora
pues, Señor y Dios nuestro, sálvanos de su poder, para que todas las naciones
de la tierra sepan que tú, Señor, eres el único Dios.»
20 Entonces Isaías mandó a decir a
Ezequías: «Esto dice el Señor, Dios de Israel: “Yo he escuchado la oración que
me hiciste acerca de Senaquerib, rey de Asiria.”
A diferencia del rey
Ezequías, es probable que tú no te enfrentes a un ejército invasor. Pero si eres
como la mayoría de las personas, tu vida está llena de obstáculos, problemas y
necesidades cotidianas que amenazan tu paz y seguridad. ¿Qué haces al respecto?
¿Confías en tus propias fuerzas y tu talento para encontrar un camino, o pides
ayuda a DIOS?
Uno de los propósitos de
la oración es hacernos conscientes de nuestra dependencia del SEÑOR. Ninguna
preocupación es demasiado pequeña para llevarla a ÉL, y nada es demasiado
grande que ÉL no pueda manejarlo. De hecho, se nos dice que no nos preocupemos por
nada y que oremos por todo: ”No se
aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle
gracias también.” (Filipenses 4:6). El resultado de la dependencia en la
oración es una paz inexplicable, incluso en medio de circunstancias
inalterables “Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que
el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos
por medio de Cristo Jesús.” (Filipenses 4:7).
A veces olvidamos que
somos criaturas que dependen por completo del CREADOR para poder respirar. La
oración es un privilegio que DIOS nos ha dado a Sus hijos; nos permite poner
humildemente nuestras preocupaciones ante nuestro PADRE, confiando en que ÉL
dirigirá nuestro camino y proveerá para nuestras necesidades. No tenemos nada
que perder, excepto nuestro orgullo y autosuficiencia, junto con el temor y la
ansiedad resultantes.
OREMOS: Gracias PADRE Celestial porque Tú siempre andas a
nuestro lado y nos ayudas toda vez que en oración te lo pedimos. Ponemos en Tus
manos nuestras preocupaciones confiando en que Tú dirigirás nuestro caminar y
proveerás todas nuestras necesidades. En el nombre de CRISTO, amén.
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