NUESTRA SEGURIDAD

 Sea hecha Tu voluntad.

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Bendiciones,

Enio

Meditación Diaria  

NUESTRA SEGURIDAD

SALMOS 91:9-10 “Ya que has puesto al Señor por tu refugio, al Altísimo por tu protección, ningún mal habrá de sobrevenirte, ninguna calamidad llegará a tu hogar.” 

Este es una de las promesas más impactantes que podemos encontrar en la Palabra de DIOS (La Biblia). La protección que hemos de recibir simplemente por haber puesto nuestra esperanza en DIOS nos asegura que ningún mal o calamidad podrá acontecernos.

Esto, por supuesto, no significa que estamos exentos de tener que enfrentarnos con ciertas dificultades y problemas en nuestro diario andar. Esos pequeños y temporales obstáculos en todo caso son usados por DIOS para profundizar nuestra fe, perfeccionar nuestro carácter y ejercitar nuestra fortaleza.

Es cierto que mientras estamos atravesando estos tenebrosos periodos de dificultad, nos parece que la solución se tarda una eternidad en llegar y la desesperanza nos hace pensar que las fuerzas no nos alcanzarán.

Sabemos que DIOS dispone todas las cosas para el bien de quienes lo amamos por éso es que nada de lo que nos suceda será para mal. Nunca se nos ocurra pensar que estamos frente a una situación que no tiene solución o que lo que sucede es una calamidad.

La verdad es que estamos bajo la protección de DIOS y no hay mayor seguridad que la que se obtiene cuando lo ponemos a ÉL por refugio. Con DIOS tenemos la seguridad y la convicción de que seremos atendidos y escuchados de inmediato.

Nuestro amoroso PADRE está atento y dispuesto a escuchar nuestra voz así sea para recibir tan solo quejas y peticiones por las cosas que consideramos nos hacen falta.

Podemos tener la seguridad, porque ésto es una promesa de DIOS, que ÉL nunca nos abandonará y que Su presencia siempre estará a nuestro lado para infundirnos ánimo y fortaleza, especialmente en esos momentos de dificultad.

Sea cual sea tu necesidad en este momento, dirígete a DIOS en oración y presenta tu caso. La respuesta amorosa de DIOS no tardará. Y recuerda que ÉL responde según Su voluntad.

OREMOS: PADRE Celestial. Gracias por todo lo que Tú haces por mi, por mi familia, mis amigos, la salud que me prestas, mi trabajo y por todo SEÑOR. Escúchame y ayúdame, según Tu voluntad, cada vez que recurra a Tí para que des solución a lo que te presente. En el nombre y amor de CRISTO, amén.

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