martes, 14 de octubre de 2014

LA OBEDIENCIA A LA REGLA DE ORO

Ama a tu prójimo como a ti mismo.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria  
LA OBEDIENCIA A LA REGLA DE ORO
MATEO 7:12 “Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes.”
La mayoría de nosotros conoce la regla de oro desde la niñez: debemos tratar a los demás como queremos ser tratados. Para los niños, esta regla parece tener sentido. Es lógico compartir si éllos quieren que los demás compartan con éllos, y evitar pegarle a otro, porque a éllos no les gustaría ser después las víctimas.
Pero, a medida que la vida sigue y que las relaciones se vuelven más complicadas, esta sencilla norma ética no parece cuadrar con nuestras circunstancias. Por ejemplo, imagínate que tu socio te engañó. ¿Cómo puedes tratarlo con respeto después de haberse aprovechado de ti? Una actitud perdonadora ¿no le abrirá la puerta para que vuelva a hacerlo? Sin embargo, el mandamiento de DIOS se aplica a esta situación.
La obediencia puede ser difícil, porque cuando somos heridos o tratado así, justamente nuestro instinto es vengarnos. De un momento para otro, comenzamos a hablar a espaldas de una persona, o demostrar un desprecio sutil. A la naturaleza humana le gusta la venganza por el mal recibido. En realidad, no somos capaces de hacer otra cosa si depende sólo de nosotros.
Por fortuna, como creyentes tenemos al Espíritu Santo en nosotros, que nos da el poder de perdonar. Por eso, aunque nuestra capacidad no es suficiente dar una respuesta que agrada a DIOS, por medio del Espíritu tenemos la opción de obedecer. 
“El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Gálatas 5.22, 23). ¿Son evidentes estas características en ti? Si la respuesta es negativa, pídele a DIOS el poder sobrenatural para responder de la manera correcta.
Lectura Biblica: Mateo 22.36-40
36 —Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? 37 —"Ama al Señor tu DIOS con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente" —le respondió Jesús—.
38 Éste es el primero y el más importante de los mandamientos.
39 El segundo se parece a éste: "Ama a tu prójimo como a ti mismo."
40 De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.
ORACIÓN: Ayúdame Señor a poder cumplir con estos dos mandamientos por más difícil que éstos sean, especialmente el segundo, Señor. Ayúdame a agradarte en todos mis actos. En el nombre de Cristo, amén.

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