Las muestras de
Su amor…
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meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
NO HUYAS DE QUIEN DESEA AYUDARTE
Isaías 65:2 “Todo el día extendí mis manos hacia
un pueblo rebelde, que va por mal camino siguiendo sus propias ideas.”
Hay una
historia muy inusual que ilustra la intensidad con la que Jesús “persigue” al
ser humano. Hace algún tiempo, una estación de
radio informó acerca del robo de un automóvil del modelo “escarabajo”, de la
marca Volkswagen, en California. La policía montó una intensa búsqueda del vehículo
y del hombre que lo robó.
Hasta pusieron
avisos en las estaciones de radio locales en busca de colaboración ciudadana
que permitiera localizar su paradero. La razón de tan inusual revuelo era que
en el asiento delantero del vehículo robado había una caja de galletas saladas
rociadas con veneno, cosa que el ladrón ignoraba. El dueño
del automóvil había tenido la intención de usar las galletas como cebos para ratas.
Resulta que la policía y el dueño
del automóvil estaban más interesados en apresar al ladrón para salvarle la vida
que para recuperar el vehículo. Desconociendo el peligro que se cernía sobre
él, el ladrón huyó de quien procuraba salvarlo.
Nuestra vida
sería totalmente diferente si entendiéramos todo lo que DIOS hace por nosotros.
Nos busca, nos persigue, desea tenernos con ÉL para hacernos
bien y regalarnos todos los del cielo que pidamos y podamos resistir.
Nos amó antes de que lo
amáramos, salvó siendo sus enemigos, y ahora nos corteja por el ministerio del Espíritu
Santo. Coloca trampas de gracia mediante circunstancias y situaciones, a veces molestas,
para llamar nuestra atención, para que levantemos nuestra vista al cielo y así lo
veamos en toda Su hermosura.
Conversaba con
un amigo que se apartó de la iglesia, se separó de su esposa e inició el camino
del pecado. Gracias a DIOS, regresó nuevamente. Llamó
mi atención al decirme: «En mi desobediencia fue cuando DIOS más me bendijo».
Aún en nuestras transgresiones
nos otorga bendiciones que ni esperábamos ni merecíamos. Lo hace no para que sigamos en desobediencia, sino para
que nos apartemos del pecado.
«Aun cuando
estuviéramos fascinados en nuestra iniquidad y rehusáramos oírlo, ÉL nos busca
implacablemente. Nos busca en la puerta del peligro y
espera a nuestra salida. Nos busca por las ásperas colinas de nuestras aventuras
juveniles. Nunca se rinde, es paciente y
persistente hasta que alcanza la victoria» .
De una cosa
debes estar seguro: nunca Te dejará en paz; Te perseguirá de mil maneras,
porque Te ama. Ríndete al Señor en este instante. Es la única alternativa valiosa para ti.
ORACIÓN: Padre
Celestial. Gracias Te damos por todo lo que haces de modo que nosotros estemos
seguros bajo Tu amor. Gracias Señor… En el nombre de Cristo, amén.
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