miércoles, 1 de octubre de 2014

¿SABES ESPERAR?

El que espera, desespera.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria 
¿SABES ESPERAR?
ISAÍAS 40:31 "pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán."
Si hiciéramos una encuesta preguntando a la gente si le agrada esperar, sin lugar a dudas la gran mayoría, sino todos, diría un rotundo "¡no!". A nadie le gusta esperar. Hay un dicho popular que dice "el que espera desespera", el cual nos muestra la actitud general de aquellos que al esperar entran en un fuerte estado de desesperación.
Ejemplos de esto podemos verlos cuando nos encontramos en medio de un tráfico muy congestionado, o cuando llevamos horas esperando en la consulta de un médico, o en una larga fila para pagar en una tienda. Peor aún es la situación en que esperamos noticias importantes que parecen no llegar nunca o la resolución de un conflicto que está afectando nuestras vidas. En estas situaciones y otras por el estilo, un incómodo sentimiento de impaciencia y desasosiego comienza a apoderarse de nosotros.
Como creyentes, nosotros tenemos recursos divinos para poder enfrentar y vencer los tiempos de espera. El pasaje de hoy nos dice que los que esperan al Señor "renovarán nuevas fuerzas", es decir recibirán renovación interior que los capacitará para seguir hacia delante. Entonces podremos decir: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece." (Filipenses 4:13). Luego dice que "se remontarán con alas como las águilas", refiriéndose a esta ave que es capaz de volar a muy grandes alturas y entonces abre sus alas para dejarse llevar tranquilamente por la corriente de los vientos. Para nosotros significa levantar vuelo sobre las preocupaciones y problemas y dejarnos llevar por las suaves corrientes del Espíritu de DIOS. ¡Maravilloso! Por último dice que "correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán." Esto nos habla de resistencia y perseverancia, indispensables en los tiempos de espera. Tus tiempos de espera pueden ser tiempos agradables y provechosos si pones tu confianza en el DIOS Todopoderoso y esperas pacientemente que ÉL obre.
El rey David, en su juventud, escribió Salmos que expresaban un ferviente deseo de que DIOS terminara con sus enemigos inmediatamente. Se sentía acosado, perseguido y desesperado y clamaba a DIOS pidiendo la destrucción de aquellos que buscaban eliminarlo. Por ejemplo, David escribió en el Salmo 55:9: “Destrúyelos, oh Señor; confunde la lengua de ellos; porque he visto violencia y rencilla en la ciudad.”  
Sin embargo, después de años de experiencia y un profundo conocimiento de DIOS, siendo un anciano, David escribió el Salmo 37. Aquí muestra una actitud completamente distinta. Dicen los primeros siete versículos de este Salmo: "No te irrites a causa de los impíos ni envidies a los que cometen injusticias; porque pronto se marchitan, como la hierba; pronto se secan, como el verdor del pasto. Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y manténte fiel.Deléitate en el Señor, y El te concederá los deseos de tu corazón.”  David aprendió a esperar en DIOS.
Cuando nos deleitamos en la presencia del Señor cada día de nuestras vidas, cuando leemos Su Palabra y tenemos un tiempo de oración, llegaremos a confiar plenamente en ÉL y no nos resultará difícil esperar, porque sabemos que ÉL va a concedernos las peticiones de nuestros corazones, conforme a Su perfecta voluntad y en Su perfecto tiempo.
ORACIÓN: Padre Celestial, Te entrego en este día mi impaciencia y todos mis afanes. Dame la gracia de aprender a esperar en Ti confiadamente como lo enseña Tu Palabra. Ayúdame a deleitarme en Tu presencia mientras espero Tus bendiciones. En el nombre de Jesús. Amén.


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