Confiar y esperar pacientemente en DIOS.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
NO TE APRESURES…
SALMOS 27:13-14 “Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del Señor en esta
tierra de los vivientes. Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo;
¡pon tu esperanza en el Señor!”
¿Estás
esperando en este momento que el Señor intervenga de alguna manera en tu vida o
en la vida de un ser querido? Una de las luchas que enfrentamos como hijos de
DIOS es tratar de entender por qué nuestro Padre Celestial a veces se tarda en
asuntos que son tan urgentes para nosotros. Solamente el Señor sabe todas las
razones. Sin embargo, hay varios ajustes que podemos hacer en nuestra actitud y
manera de pensar mientras esperamos.
Precisa tu
enfoque. En la necesidad apremiante del momento es fácil centrar nuestra
atención en la necesidad, en vez de DIOS. Podemos empezar esperando en el
Señor, pero terminamos esperando la respuesta que queremos. Pronto estamos más
interesados en lo que ÉL puede hacer por nosotros, que en ÉL mismo. A veces,
DIOS se demora hasta que centramos nuestra atención en EL. El Señor quiere
nuestro deleite en ÉL, no simplemente en lo que nos da.
Deja tus
expectativas en manos de DIOS. El Señor está obrando a favor nuestro, pero a
veces nos aferramos con tanta fuerza al resultado que deseamos, que tenemos que
esperar hasta abrir las manos y abandonar nuestras expectativas. Aferrarnos a
nuestras suposiciones en cuanto a cómo debe intervenir el Señor es
emocionalmente agotador. Pero quienes confiamos en que DIOS quiere lo mejor
para nosotros, nos aguarda la paz en cada situación.
Si te parece que tu espera ha sido
demasiado larga, puedes tener la absoluta seguridad de que DIOS está trabajando
y creando las condiciones para que todo se realice de manera perfecta conforme
a Sus planes. El ve el panorama completo, y está activo detrás del telón,
ordenando todo conforme a Su voluntad. Pero Su anhelo más importante es
ayudarnos a fortalecer nuestra relación con El, a medida que aprendemos a
amarlo y confiar en ÉL.
Ciertamente vale la pena confiar y
esperar pacientemente en DIOS. Dice Hebreos 10:35-36: “No perdáis, pues,
vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia,
para que habiendo hecho la voluntad de DIOS, obtengáis la promesa.”
ORACIÓN: Padre Santo, te ruego me des paciencia para esperar a que los
planes que Tú tienes para mi vida se lleven a cabo en Tu tiempo. No permitas que mi
ansiedad y mi afán hagan que me apresure y cometa errores de los que después
tenga que arrepentirme. En el nombre de Jesús, amén.
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