¿Dónde pasaré la
eternidad?
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
NUESTRA CITA PREDESTINADA
Charles Stanley
APOCALIPSIS 10:12
"Se abrieron unos libros, y luego otro, que es el libro de la vida. Los
muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba
escrito en los libros."
Desde
el momento en que nacemos comienza una cuenta regresiva de nuestra vida. Cada
tictac del reloj nos acerca un paso más a nuestra inevitable cita con DIOS y
cada uno de nosotros estará de pie frente a ÉL antes de entrar a nuestro
destino eterno.
Desgraciadamente,
algunos estarán profundamente decepcionados por lo que habrán de recibir. El
mismo Jesús advirtió: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos
en tu nombre…? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí,
hacedores de maldad” (Mateo 7:22,
23). El único camino para la salvación
eterna es la fe en Jesús.
En
realidad, nuestro pecado nos ha separado del Padre Celestial, pero el Hijo de DIOS
ofrece la solución a este problema universal: Cristo tuvo una vida perfecta, y
luego murió como un pecador en la cruz para pagar la deuda que cada uno de
nosotros tenía. Después de tres días se levantó de la tumba, derrotando así la
muerte y al mal. Al aceptar Su sacrificio a nuestro favor, ya no tenemos que
vivir apartados de DIOS.
Para
recibir este maravilloso regalo, debemos simplemente creer en Jesús y en lo que
ÉL hizo. Como resultado, nos convertimos en nuevas criaturas (2a
Corintios 5.17), y pasamos a tener una relación personal imperecedera con
nuestro Padre Celestial.
¿Sabes
con seguridad dónde pasarás la eternidad?
Es
posible que creas que tendrás después tiempo suficiente para pensar en este
importante asunto, pero déjame darte un buen consejo: no esperes un minuto más
para decidir esta cuestión, porque es posible que ese “después” nunca llegue.
Arrepiéntete de tu pecado hoy, y sigue a Jesús.
ORACIÓN: Padre Celestial gracias por la meditación del día de
hoy y ayúdame Señor para que Tu Hijo dio Su vida por todos nosotros. Señor que
todo lo que haga sea de Tu agrado. En el nombre de Cristo, amén.
Lectura Bíblica: Apocalipsis 20:11-15
11 Luego vi un gran
trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. De su presencia huyeron la
tierra y el cielo, sin dejar rastro alguno.12 Vi también a los muertos, grandes
y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros, y luego otro,
que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían
hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros.13 El mar devolvió sus
muertos; la muerte y el infierno[a]devolvieron los suyos; y cada uno fue
juzgado según lo que había hecho.14 La muerte y el infierno fueron arrojados al
lago de fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda.15 Aquel cuyo nombre no
estaba escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego.
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