jueves, 10 de septiembre de 2015

NUESTRA AYUDA EN LA DEBILIDAD

En ÉL confiaré.
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
NUESTRA AYUDA EN LA DEBILIDAD
Ministerios En Contacto
JUAN 14:16-17 "16 Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; pero vosotros lo conocéis, porque vive con vosotros y estará en vosotros."
Después de la última cena, Jesús dedicó un tiempo para enseñar más a los discípulos sobre Su misión, y lo que pasaría después que dejara la Tierra. Sabía que los momentos más sombríos de sus vidas estaban por delante. Experimentarían desesperanza por Su muerte, gozo por Su resurrección y tristeza por Su partida. También estaba consciente de que dar testimonio de Su vida retaría la fe de éllos. Por tanto, en Juan 14.16-31*, les prometió un Ayudador que estaría al lado de éllos en las pruebas que vendrían.
Muchas veces enfrentamos la vida confiando en nuestro ingenio y en nuestras habilidades para salir adelante. Pero al decidir seguir al Señor, aceptamos que somos más débiles de lo que podríamos haber imaginado, pero por medio del Espíritu Santo somos más fuertes de lo podríamos haber soñado.
No importa que nuestra lucha sea espiritual, emocional o física, podemos confiar en la ayuda del Espíritu Santo. Pablo nos da un ejemplo de cómo es esto. Cuando lidiaba con el dolor de un padecimiento físico, el apóstol oró al Señor para que le quitara lo que él llamó un “aguijón en la carne”. Pero en vez de eso, DIOS le dijo: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2a Corintios 12:9).
Muchos cristianos tienen la idea errónea de que DIOS nos ayuda sólo cuando hemos hecho todo lo que está en nuestras manos. En realidad, Su Espíritu no se suma a nuestras fuerzas.
Por el contrario, cuando reconocemos que somos impotentes para ayudarnos a nosotros mismos, el Espíritu Santo nos da las fuerzas que necesitamos para hacer frente a cualquier reto, con confianza absoluta en DIOS.
ORACIÓN: Señor mi Dios. En este día me acerco a Ti para darte gracias por la vida que me das, por todas las bendiciones recibidas hasta este momento, por la salud que me das y por el amor de mis seres queridos. Ayúdame Señor para que cuando tenga que enfrentar a una prueba o problema y dificultad recurra a Ti para que Tu Espíritu Santo me ayude a superarlos. Dejo frente a Tus pies mi problema para que me ayudes a solucionarlo, pues tengo fe de que así será. En el nombre de Cristo, amén.
*Juan 14:16-31  (RVR1995)
16 Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; pero vosotros lo conocéis, porque vive con vosotros y estará en vosotros.
18 »No os dejaré huérfanos; volveré a vosotros. 19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más, pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. 20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. 21 El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.
22 Le dijo Judas (no el Iscariote): —Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros y no al mundo?
23 Respondió Jesús y le dijo: —El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada con él. 24 El que no me ama no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
25 »Os he dicho estas cosas estando con vosotros. 26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.
27 »La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo. 28 Habéis oído que yo os he dicho: “Voy, y vuelvo a vosotros.” Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre, porque el Padre mayor es que yo. 29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que, cuando suceda, creáis. 30 No hablaré ya mucho con vosotros, porque viene el príncipe de este mundo y él nada tiene en mí.31 Pero para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago.
»¡Levantaos, vámonos de aquí!


No hay comentarios: